
El pasado viernes, los Estados miembros y el Parlamento Europeo cerraron los detalles del Mecanismo para la Recuperación y la Resiliencia, es decir, la letra pequeña de cómo funcionará este instrumento llamado a salvar la economía comunitaria después del covid-19. Este fondo ofrecerá 672.000 millones de euros en ayudas directas y préstamos a los Estados miembros, para inversiones en prioridades europeas (como la agenda digital o verde) y a cambio de reformas. Los Estados miembros tendrán hasta abril para enviar estos planes de inversiones y reformas, que serán evaluados y discutidos con la Comisión antes de acceder a la ayuda. La confusión surge ahora de cómo canalizar esta gestión esencial para acceder a las subvenciones.
Ha llegado el momento de que las empresas soliciten el acceso a los montantes de la UE para llevar a cabo sus proyectos. La confusión, sin embargo, de cómo proceder, enturbia las perspectivas de algunas compañías. En Cataluña ya se recoge la incertidumbre de los empresarios sobre los cauces para solicitar las ayudas: existen hasta tres formularios diferentes según la administración.
Según publica el diario La Vanguardia, existe un documento destinado a tales fines en el Ministerio de Industria, pero también en el de Transición Ecológica y uno propio de la Generalitat. La patronal Pimec ha recomendado a los empresarios que soliciten las subvenciones acudiendo a todos los canales. Es decir, por triplicado.
Las comunidades autónomas están articulando consejos para seleccionar los proyectos, pero aún desconocen cómo se procederá, por lo que el desconcierto se transmite a las compañías. Desde el órgano catalán creado en el seno de la Generalitat para asesor en este ámbito, se entiende que será el Gobierno central quien tendrá la última palabra. El ministerio de Industria ha estipulado una serie de características para elegir grandes proyectos candidatos a contar con los 140.000 millones que llegarán a España -entre préstamos y ayudas a fondo perdido-. Algunas de ellas, que los proyectos engloben a cinco empresas como mínimo, siendo el 40% de ellas pymes; y que impliquen a más de una comunidad autónoma, con el fin de crear sinergias territoriales en el país.
Se espera que las ayudas se repartan en tres apartados. Uno, que englobará los mayores proyectos, seleccionados por el Ministerio de Industria; el segundo, para programas de menor peso, gestionados por el ministerio correspondiente; y una última tanda dirigida a la gestión de cada comunidad autónoma.
Un dinero que aún tardará en llegar
No se espera que las partidas de la UE lleguen hasta la segunda mitad de 2021. Los Estados miembros tienen que ratificar primero durante los próximos meses, gran parte de ellos a través de sus parlamentos nacionales, el nuevo techo presupuestario de la UE para que la Comisión Europea pueda pedir prestada la cantidad del fondo en los mercados.
El acuerdo cerrado el viernes fija que los Estados miembros tendrán que dedicar al menos el 37% de los fondos a objetivos relacionados con el clima. Además, ninguna inversión podrá ir destinada a actividades que causen daño al medio ambiente. Al mismo tiempo, un 20% del gasto tendrá que ir destinado a la transición digital, otra de las grandes prioridades europea.