Murprotec, experta en humedades, tiene previsto cerrar el año con más facturación y empleo. La filial española de la multinacional belga, Murpro Group, ha visto como su demanda crecía un 30% entre mayo y septiembre como reacción a la necesidad de la población de mejorar y reformar su hogares tras varios meses encerrados. "Desde el confinamiento, el ciudadano se ha dado cuenta de las patologías y humedades que arrastran las casas", señala Miguel Ángel López, consejero delegado de Murprotec España, en un encuentro con este diario. La filial, con sede en Barcelona y unos 100 trabajadores, ha logrado por segundo año consecutivo el certificado Informa-elEconomista a la gestión excelente, un reconocimiento por el que han luchado unas 1.300 empresas este ejercicio y sólo han recibido 47.
P. ¿Qué significa para Murprotec conseguir el certificado a la excelencia en la gestión?
R. Es el segundo año que lo recibimos y yo creo que toda empresa tiene estar orgullosa de tener un certificado a la excelencia empresarial. Todo lo que sea reconocer a una firma su gestión es un orgullo y supone un beneficio global para la empresa en cuanto a protagonismo, notoriedad e imagen de marca. Es una imagen muy positiva externamente hablando, pero también para los trabajadores de la empresa, ya que es un reconocimiento al trabajo de todos, al trabajo bien hecho.
"Todo lo que sea reconocer a una firma su gestión es un orgullo y supone un beneficio global para la empresa"
P. ¿Cómo ha vivido Murprotec la pandemia como empresa?
R. Vamos a cerrar bien el año. Con la pandemia del coronavirus, la población mundial nos hemos dado cuenta de que nuestra vivienda es nuestro refugio. También nos hemos dado cuenta de las condiciones en las que están muchos hogares, que muchos no lo son porque tienen patologías de humedades muy graves, que generan enfermedades o problemas respiratorios.
"En nuestro caso va a ser un año muy positivo porque, desde el confinamiento, el ciudadano se ha dado cuenta de la importancia de tener sus viviendas en perfecto estado"
En nuestro caso va a ser un año muy positivo porque, a excepción de los meses que hemos parado por obligación, el resto de los meses, desde el confinamiento, el ciudadano se ha dado cuenta de la importancia de tener sus viviendas en perfecto estado y más que nunca se está dando importancia a las patologías y humedades que a algo estético. Hemos estado más horas en las casas y estamos observando más y mejor cómo es nuestro entorno... Y es ahí cuando han visto de verdad esos conatos de problemas en la vivienda. El sector de la rehabilitación y la reforma ha mejorado.
P. ¿Ha subido la demanda de algún producto en especial?
R. Con el problema de la Covid-19, estamos trabajando más en la mejora de la calidad del aire interior. Ya teníamos un sistema de tratamiento del aire que hemos adecuado para la renovación y mejora de la calidad del aire interior. Es decir, insuflar aire fresco al interior de los edificios para conseguir una renovación constante y controlada en ambientes o edificios que no pueden tener abiertas las ventanas. Siempre lo hemos instalado, sobre todo para tratar humedades por condensación, pero ahora, por la pandemia, lo estamos instalando en más sitios. Todo lo que sea una aireación interior nos va a permitir tener un aire más limpio de virus y bacterias y con niveles más bajos de CO2.
Tenemos un proyecto ahora con el colegio Lasalle La Paloma donde hemos colocado una central de tratamiento del aire en un aula y en otro aula no hemos colocado nada y estamos haciendo mediciones continuas de temperatura y niveles de Co2 en cada aula para verificar si este sistema es eficiente.