Los test de antígenos no solo han llegado para quedarse, sino que están ganando terreno a las pruebas PCR, las únicas válidas para diagnóstico hasta hace unas semanas. De hecho, entre los días 6 y 12 de noviembre (últimos datos ofrecidos por el Ministerio de Sanidad), el porcentaje de los test rápidos alcanza el 28,77%, un porcentaje que podría ser mayor, porque el propio Gobierno admite que el volcado de datos con estas pruebas no está estabilizado. Dentro de este mercado público de pruebas, hay dos compañías que destacan sobre el resto: Abbott, que fue la primera en comercializar su prueba, y Roche, que empezó un mes después.
La multinacional americana no ofrece datos concretos, pero sí lo han hecho las comunidades autónomas que las han ido adquiriendo. En total, han sido más de 3,5 millones de test los que se han vendido a Madrid (dos millones), Andalucía (un millón), Murcia (más de 500.000) y Aragón o Cataluña, quienes también se han surtido. Por su parte, Roche Diagnostic, que no ofrece datos concretos de números pero sí de administraciones que se han surtido con ellos, también ha acaparado una gran parte de este mercado. "Durante el mes de octubre se han distribuido test al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha, al de Islas Baleares y a diversos centros hospitalarios de las comunidades de Asturias, Cataluña, Extremadura, Madrid, Navarra y Comunidad Valenciana", explican.
Por detrás de estos dos gigantes, hay compañías españolas que también tienen estos dispositivos en el marcado. Es el caso de Certest, una empresa afincada en Aragón con un largo historial en pruebas diagnósticas. De hecho, durante la pandemia, su papel en suministrar PCR fue importante. Sin embargo, no ha sido posible disponer de datos de venta de su producto en España. Esta compañía es fabricante y su distribuidor oficial en España es Palex.
Otra de las compañías españolas que en septiembre trabajaba a contrarreloj para llegar a este mercado que se abre paso es Ingenasa. En aquellas fechas estaban ultimando su dispositivo y su directora general, Belén Barreiro, ha confirmado que estarán en el mercado a mediados de diciembre."Las tendremos en tres semanas", afirma, aunque no han cerrado ningún preacuerdo con comunidades autónomas.
Las reglas de Europa
El pasado miércoles, la Comisión Europea actualizó sus recomendaciones sobre el uso adecuado de los test de antígeno. Bruselas pide a los Estados miembros que se utilicen en los entornos de alta prevalencia. "Se recomienda el uso de pruebas rápidas de antígenos para analizar a los individuos, independientemente de sus síntomas, en entornos donde se espera que la proporción de resultados positivos en la prueba sea mayor o igual al 10%, por ejemplo en el contexto del rastreo de contactos y las investigaciones de brotes", dice el texto europeo. Eso sí, la Comisión aclara que esta recomendación se hace efectiva en un contexto de falta de PCR o de lentitud en ofrecer los resultados (más de 24 horas).
Las nuevas recomendaciones ahondan en las condiciones idóneas para el uso de estos test. "En situaciones de baja prevalencia, el uso de pruebas rápidas de antígenos debe centrarse en entornos y situaciones en las que una identificación rápida de las personas infectadas apoya la gestión de los brotes y el seguimiento periódico de los grupos de riesgo, como personal médico", dicen.
