El entorno de bajos tipos de interés ha obligado a la mayor parte de entidades bancarias a replantear sus políticas comerciales. Es el caso, por ejemplo de ING, que ha anunciado un nuevo cambio en su Cuenta Naranja con el fin de convertir esta cuenta de ahorro en un beneficio exclusivo para los clientes con nómina.
Con este propósito, la entidad ha acordado un cambio que entrará en vigor a partir de abril de 2021, por el que pasará a cobrar hasta 10 euros al mes a los clientes con esta cuenta de ahorro que no cumplan una serie de condiciones.
"Ante el actual entorno de tipos de interés y en un entorno en el que el ahorro de los españoles se ha incrementado un 63%, ING reserva la Cuenta Naranja (que ofrece una rentabilidad del 0,01% TAE) a los clientes con nómina o ingresos recurrentes en el banco de al menos 700 euros mensuales", señala la propia entidad.
Los clientes actuales de la Cuenta Naranja que no tengan su nómina domiciliada o ingresos recurrentes podrán mantenerla sin coste y con un rendimiento del 0% solo en el caso de que tengan menos de 30.000 euros.
En el caso de que el saldo medio mensual sea de 30.000 euros o más podrán decidir entre dos opciones que se exponen a continuación. La entidad considera que esta medida afectará al 4% de sus clientes.
- Podrán mantenerla de forma gratuita domiciliando su nómina o ingresos recurrentes;
- O pagar 10 euros al mes a partir de abril de 2021 con un interés del 0%.
Este cambio llega después de anunciar que impedirá a los clientes de la Cuenta Naranja pagar el IRPF o el IVA
Este cambio en la política comercial de ING llega después de que la entidad anunciase a mediados de octubre que impedirá a los cerca de 2,2 millones de clientes de su Cuenta Naranja la posibilidad de pagar el IRPF, el IRPF aplazado o el IVA de los autónomos a partir del 1 de enero.
Los clientes deberán cambiar la domiciliación de dichos aplazamientos de deuda e impuestos que se tengan pendientes ante la propia administración tributaria.
Eso sí, podrán seguir haciendo frente a esas obligaciones tributarias desde la Cuenta Nómina, lo que supone evidentemente un mayor grado de vinculación con la entidad al exigir la domiciliación de la nómina.