
Ence ha perdido 41,8 millones de euros hasta el mes de septiembre, como consecuencia de los bajos precios de la celulosa, en mínimos de los últimos 10 años, frente a las ganancias de 27,8 millones obtenidas en el mismo período de 2019. El negocio de energía se mantiene estable.
Así se recoge en la información facilitada por la empresa presidida por Ignacio de Colmenares a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) al cierre del mercado bursátil.
Con una facturación de 526,9 millones, un 10,3% más baja, el resultado bruto operativo (ebitda) ascendió a 49,4 millones, un 60,9% menos, que, tras aplicar amortizaciones y gastos financieros, derivan en el citado beneficio después de impuestos.
Por negocios, la celulosa reduce su ebitda un 91,7%, hasta los 7,1 millones, tras obtener pérdidas en el trimestre, en parte porque la compañía acometió paradas de mantenimiento en las fábricas. El ebitda del negocio energético, por el contrario, experimenta un incremento del 2%, hasta los 42,4 millones.
Con un flujo de caja libre normalizado de 50 millones de euros durante el período -un 39,5% más bajo-, la deuda neta se incrementó un 8,5%, hasta alcanzar los 556,2 millones, de los que 350 millones le corresponden a la celulosa y 206 millones a la energía renovable.
Venta de celulosa para 2021
De cara a 2021, Ence ha asegurado un precio 770 dólares por tonelada para la venta de 193.200 toneladas de celulosa, 90 dólares por tonelada por encima del precio actual de referencia en Europa
De Colmenares ha destacado que "el negocio regulado de Energía Renovable de Ence aporta estabilidad a la cuenta de resultados del Grupo. Precisamente porque el negocio de Celulosa es cíclico, su financiación es a largo plazo, sin ningún covenant y tenemos 360 millones de euros en caja para afrontar con tranquilidad los retos que tenemos por delante".
Con el objetivo de maximizar la liquidez y asegurar la resiliencia del negocio ante cualquier escenario, Ence ha ampliado durante el año sus líneas de financiación en 172 millones, ha negociado el aplazamiento a 2021 de pagos por inversiones por importe de 51 millones y ha aumentado el uso de las líneas de factoring y confirming disponibles.