La operación de fusión entre CaixaBank y Bankia supone un elevado solapamiento de la red de sucursales, sobre todo por la elevada presencia de ambas entidades en Madrid y Barcelona. Según Barclays, 1.411 oficinas estarían duplicadas, teniendo en cuenta el código postal, lo que supone el 23% del total de oficinas de los dos bancos. Teniendo en cuenta esta cifra supondría un ajuste que podría afectar a alrededor 5.750 empleados.
Los analistas de Barclays aplauden la posible fusión por la capacidad de generar elevadas sinergias. La entidad resultante se encontraría con más de 1.400 oficinas duplicadas. "Basándonos en nuestro estudio más reciente, prevemos que la fusión entre Caixabank y Bankia tendría un solapamiento de sucursales del 23% si se considera el código postal", comentan en un informe. La firma plantea un escenario medio de que el 50% de los empleados se reduzca por sucursal cerrada. Lo que supondría un ajuste de 5.750 puestos de trabajo.
Los costes de reestructuración podrían ser ligeramente superiores a los 1.000 millones de euros. La nueva entidad resultante, según los cálculos de Barclays, tendrá unas necesidades de capital de 350 millones de euros para cumplir con las exigencias de solvencia que impone el BCE. Un montante que en teoría no supondrá un obstáculo para la operación. Solo en sinergias por personal, la operación plantea un ahorro de 500 millones anuales.
Los analistas del broker señalan, además, que la operación es positiva, "podría potencialmente liberar sinergias de costos de grandes redes de sucursales y centros corporativos". Ya que los ajustes de oficinas y empleos supondría que el beneficio antes de impuestos de la entidad podría aumentar un 18% en 2022 .
La entidad británica también ha analizado la forma en que se estructuraría la operación. En su opinión, una fusión de acciones, como se estaría discutiendo, "es el enfoque correcto".
El accionista mayoritario sería Criteria (principal accionista de CaixaBank), con una participación de entre el 31% y el 29%, si se considera una prima del 30% al precio de cierre de Bankia el 31 de agosto, seguido del FROB, que controlaría entre el 14% y el 17% de la entidad combinada.