Las grandes empresas del sector energético demandan una regulación urgente, estable y predecible para incentivar la transición energética y situar a España en una posición de liderazgo en la introducción y producción del hidrógeno como fuente de energía limpia. Así lo han reclamado los ponentes de la segunda mesa del V Foro de Energía de elEconomista, titulado 'La transición energética, clave en la recuperación tras la Covid-19'.
"Tenemos que estar preparados y no podemos perder el tren. Situarnos en un escenario muy conservador respecto al desarrollo futuro del hidrógeno podría convertir a España en un seguidor en lugar de un líder en esta tecnología", asegura Fernando Bergasa, presidente de Redexis, que cree que "se necesita una regulación urgente para el hidrógeno".
En este sentido, Pedro Mielgo, presidente de Madrileña Red de Gas, cree que sería importante dar una mayor continuidad a la regulación del sector. "No podemos tener cambios cada seis años". "La experiencia del último año de como se han desarrollado las últimas circulares nos tiene que hacer meditar para que a partir de ahora las cosas se hagan mejor. Hay que dedicarle tiempo y esfuerzo a conocer los sectores" y advierte de que "sin un marco jurídico estable la transición no se llevará a cabo".
Por su parte, Pedro Larrea, director general de Gestión de la Energía y Redes de Naturgy, ha destacado que "el sector de infraestructuras, tanto eléctrica como gasista, está en un proceso de digitalización, de modernización y de integración de almacenamiento y por tanto en un proceso de exigencia y voluntad de renovación tecnológica", pero "desde el regulador las señales que nos llegan es de que no invirtamos", por lo tanto "o tenemos visibilidad a largo plazo sobre los parámetros de rentabilidad de nuestras inversiones o es muy difícil que podamos acometer lo que debería ser un proceso de inversión masivo por parte de infraestructuras".
Roberto García Merino, consejero delegado de REE, está de acuerdo en que "hay que dotar al proceso de un entorno regulatorio estable, predecible, suficiente" y se deben "agilizar todos los procesos de tramitación administrativa para hacer realidad esta transición".
El sector como vector económico en la crisis
Además, el directivo de REE destaca que el "sistema eléctrico tiene problemas estructurales que deben solucionarse para que la transición sea segura". Así,considera que se deben "ampliar interconexiones con el resto de Europa, ya que se trata de un pequeño lastre que tenemos para que la transición sea un éxito".
García Merino también ha puesto en valor la capacidad del sector energético como vector económico del país. "No se me ocurre otra actividad que pueda catalizar la economía en España como este. Es un sector desplegado en todo el territorio nacional. Hay proyectos en cartera y otros esperando los permisos y será una herramienta de reactivación económica clara. Por eso debemos generar se debe genera un entorno regulatorio que nos ayude a acelerar esta transición".
Cadena de valor conjunta
Antonio Llardén, presidente de Enagás, que también considera que "el hidrógeno es un elemento clave en el proceso de descarbonización", cree que sólo vamos a ser capaces de hacerlo "si de alguna forma creamos una cadena de valor conjunta. Nos tenemos que coordinar mucho mejor entre todos los agentes energéticos. Hace 25 años los mundos del gas, la electricidad y el petroleo eran distintos y ahora están entrelazados y si queremos hacer una descarbonización justa tenemos que hacerlo en un merco general. De otro modo no va a funcionar".
El directivo también ha destacado la oportunidad que existe de reindustrializar ciertas zonas del país o ciertas empresas. "Las redes debemos ayudar al uso de hidrógeno y no tenemos que pasar por alto el uso del blending". "Es cierto que mezclar hidrógeno con gas natural no es un objetivo en si mismo, pero cuando estemos produciendo mucho hidrógeno y sobre en diferentes momentos del día se puede mezclar para producir menos C02 y gastar menos dinero fuera del país. No hay que olvidarse de la eficiencia. Tenemos que ser competitivos".
Apoyo financiero al sector
En este sentido, Carlos Collantes, presidente de Reganosa, ha destacado que "es necesario un apoyo financiero inicial ya que ahora mismo el hidrógeno no es competitivo en precios". Así, ha señalado que la hoja de ruta del Gobierno habla de facilitar los hidroductos locales, pero Collantes cree que "hay que pensar a nivel macro y en futuros desarrollos de almacenamiento grandes y de transporte a través de hidroductos grandes". "Algunos podrían estar subvencionados por la Unión Europea y si además resuelven algún problema de la red actual de gas solucionaría dos problemas".
Jorge Lanza, consejero delegado de CLH, también está de acuerdo en que si hay ayudas al sector estarán bien dirigidas si son hacia el hidrógeno. "Pueden ir desde incentivos fiscales con un precio al C02 hasta flotas publicas de transporte de hidrógeno y en colaboración con la empresa privada, ya que estamos con ganas de invertir en proyectos novedosos", asegura Lanza.
En la misma linea, Javier Contreras, consejero delegado de Nortegas, destaca que es necesario un "apoyo a la producción". "El hidrógeno verde hoy en día no es competitivo y necesitamos ayudas a la producción" y con el tiempo todo cambiará, al igual que sucedió con "la fotovoltaica y la eólica, que ahora son eficientes". Mientras tanto, el directivo apunta que "no descartaría el hidrógeno azul, no es tan eficiente, pero puede ser un vector de transición hacia redes de hidrógeno limpio".
Lo que tiene claro Contreras es que "hay que dar los pasos rápidamente ya que las cosas suceden muy rápido. El regulador tienen que ser consciente de que no hay mucho tiempo. La colaboración publico privada va a ser esencial".
¿Qué pide el cliente a la transición energética?
Pedro Larrea ha puesto durante su intervención el foco en el cliente. "Para orientar la transición energética hay que saber que espera el cliente" y según el directivo, lo primero que busca es energía eficiente. "En España las redes de distribución tanto de energía como de gas son las más eficientes de Europa. Cuestan 180 euros por cliente al año, lo que supone un 20% menos que en el resto de Europa. Por lo tanto, debemos mantener esa eficiencia".
Lo segundo que espera el cliente es una "transición hacia energías renovables". Larrea recuerda que "España ha sido pionera en el despliegue de generación eléctrica renovables. Los clientes han hecho frente a 70.000 millones de euros de sobre coste para desarrollar la generación eléctrica renovables que hoy es competitiva. Por tanto, los nuevos fondos deberían ir al desarrollo tecnológico de nuevas fuentes renovables que van a ser necesarias en el futuro".
Lo tercero que piden los clientes es "calidad". "Las redes de distribución eléctricas y de gas pueden presumir de un nivel de calidad superior a cualquier otro país del mundo", concreta Larrea.