
Septiembre ya está aquí y, como todos los septiembres, toca hablar de un trastorno que afecta a miles de trabajadores en ese temido momento en el que terminan sus vacaciones de verano y deben reincorporarse a sus puestos para iniciar el nuevo curso laboral: el síndrome postvacacional.
¿En serio? ¿Síndrome postvacacional con la que esta cayendo? Según la EPA del segundo trimestre de 2020, entre ERTEs, ceses de actividad, bajas por enfermedad y otras circunstancias únicamente 13,9 millones de españoles han trabajado de manera efectiva durante ese periodo, lo que, recuerdan desde ASEMPLEO, supone que un 29,6% de la población española ha sostenido al 71,4% restante. Unos datos preocupantes que invitan a pensar que, más que por tener que volver al trabajo, lo que verdaderamente inquieta ahora mismo a los profesionales es saber si tendrán un trabajo al que volver.
Pues sí, en serio. Porque, aunque los que aun conservan su empleo tengan motivos para sentirse afortunados de poder seguir fichando, son humanos y es inevitable que esas primeras mañanas en las que lo hagan no estén exentas de cierta angustia vital. El estudio 'Impacto del Covid-19 en la salud psicológica de los trabajadores en España', realizado por Affor, revela que el 42% de la población presenta síntomas de ansiedad, y el 27,3% siente que su salud ha empeorado. Si a este cuadro se le añade la variable volver al trabajo con todo lo que ello supone (posibilidad de contagio, teletrabajo, incertidumbre laboral, etc.), el síndrome postvacacional también podría encontrar un resquicio para propagarse.
El impacto del coronavirus ha provocado que el 42% de la población presente síntomas de ansiedad
Miriam Martín, directora de Marketing de Sodexo Beneficios e Incentivos, opina que no solo cabe hablar de síndrome postvacacional 2020, sino que, presumiblemente, será más intenso y prolongado que otros años. "No es una simple vuelta tras las vacaciones de verano, sino que ésta se produce tras meses trabajando desde casa y con el coronavirus y los rebrotes en la cabeza", argumenta. Además, tercia, Paula Campuzano, Virtual Sales account manager en Cisco, "es muy probable que este año muchas personas no hayan disfrutado de unas vacaciones como las de veranos anteriores. Por ello la percepción de descanso y desconexión habrán sido menos palpables".
Otros aspectos hacen que la vuelta a la rutina diaria sea muy distinta en este arranque de temporada. En su momento, y mientras en otras empresas en junio ya tenía lugar la desescalada, "debido a la incertidumbre en cuanto a las medidas de seguridad, y con el horario de verano y las vacaciones de por medio, muchas compañías optaron por retrasar la vuelta a las oficinas hasta septiembre o incluso hasta el año que viene", comenta Miriam Martín. A los trabajadores de estas firmas rezagadas les espera, por tanto, un doble retorno en estas fechas: al trabajo en sí y al trabajo presencial tras meses de hacerlo desde casa. Para muchos será su estreno con mascarilla en la oficina.
Periodo de adaptación
César San Juan, profesor de psicología social de la Universidad de País Vasco, aclara que, en sentido estricto, no existe un síndrome postvacacional como tal. "La etiqueta responde más bien a la moda actual de patologizar cualquier comportamiento que no se ajuste a un 'mundo feliz'", señala. Sería más propio hablar de un periodo de adaptación al pasar de un entorno o estado (vacaciones) a otro (trabajo) que a unas personas les va llevar más tiempo que a otras. En esos parámetros, fatiga, ansiedad y echar de menos las vacaciones son síntomas perfectamente normales que deberían ir desapareciendo a medida que se recuperan las rutinas.
Pero el factor pandemia no ayuda. La angustia por tener que salir diariamente de casa y exponerse al contagio es otro elemento desestabilizador que, según Martín, puede "afectar a la productividad, a la motivación y al estado de ánimo del trabajador". Y lo mismo podría decirse de la situación económica del país. "Nuestra sociedad no está especialmente dotada para gestionar la incertidumbre, y el escenario que se nos presenta es ciertamente incierto", apunta San Juan. Y es que con tantos empleos en situación de vulnerabilidad y el problema de la salud revoloteando alrededor, las dificultades de adaptación a las rutinas laborales no solo no disminuyen, sino que crecen. Son, resume el profesor de la Universidad de País Vasco, "una respuesta normal ante una situación anormal".
Teletrabajo otra vez
Otro elemento diferencial de la reincorporación laboral 2020 es el hecho de que muchos tendrán que hacerla en sus propias casas. Y "a quien no se haya acostumbrado al teletrabajo quizás le cueste arrancar un poco más", indica Campuzano. Pero no por el síndrome en sí, puntualiza esta psicóloga, "sino porque previamente no ha logrado alcanzar un ritmo óptimo en casa". Otros, en cambio, apelarán encantados a los beneficios del teletrabajo para no tener que salir a la calle y exponerse a un posible contagio.
Un colectivo especialmente sensible al retorno es el de los profesionales que más directamente han estado implicados en la lucha contra la enfermedad. Para sanitarios, policías o trabajadores de supermercados, el recuerdo de marzo, abril y mayo, los meses álgidos de la pandemia, puede hacer que la vuelta se les haga muy cuesta arriba. Especialmente con la amenaza de un posible nuevo colapso sanitario flotando en el aire. En estos grupos profesionales, advierte César San Juan, "los riesgos psicosociales derivados de una situación de sobrecarga en el trabajo, el desgaste emocional, miedo a ser contagiados o a contagiar a los propios familiares, van a ser muy altos".
Recetas útiles
¿Cómo mitigar el efecto de este síndrome postvacacional en clave covid-19? Miriam Martín sugiere varias fórmulas. "En el caso del empleado, establecer unos objetivos reales o intentar seguir disfrutando del verano y del tiempo de ocio disponible. En el de la empresa, seguir trabajando en la implementación de medidas que favorezcan la conciliación y poner mucho foco en la comunicación".
"Lo hemos hecho ante una situación objetivamente muy difícil como ha sido la de convivir con la pandemia. No veo por qué la vuelta al trabajo ha de ser más complicada"
Mantener una actitud positiva (dentro de lo que cabe y sin forzarla artificialmente) y no fustigarse demasiado al principio (si la carga de trabajo y los jefes lo permiten) son otras recomendaciones para los primeros días. Paula Campuzano recuerda que el ser humano es capaz de adaptarse a casi todo. "Lo hemos hecho ante una situación objetivamente muy difícil como ha sido la de convivir con la pandemia. No veo por qué la vuelta al trabajo ha de ser más complicada".
De hecho, muchos lo que están deseando es volver y recobrar así una cierta sensación de normalidad a través de las rutinas y de las personas. "Tras el confinamiento y estos meses de teletrabajo, necesitan reencontrarse con sus compañeros, recuperar la cercanía y volver a trabajar con otros seres humanos, aunque sea a dos metros de distancia", recalca la directora de Marketing de Sodexo Beneficios e Incentivos. Desde Cisco, Paula Campuzano también subraya el factor humano. Porque "compartir esos primeros días con el apoyo social del grupo será de gran ayuda para afrontar la vuelta laboral".
Con todo, ¿es legítimo emitir algún que otro lamento por tener que cambiar la playa por la sala de reuniones? Este año mejor si son pocos y en voz baja. "Virgencita, virgencita, que me quede como estoy", parece la consigna para este septiembre 2020. César San Juan cree que hablar de síndrome postvacacional en el actual contexto, "en el que estamos abocados a una crisis sin precedentes", es, directamente, una frivolidad. "Un lujo posmoderno que hasta ahora nos hemos podido permitir, pero ya, no. Ahora, lo que toca es remangarse y tirar todos del carro".