El número de casos de coronavirus se duplicará al final de la semana. El índice reproductivo del patógeno, que registra periódicamente el Instituto de Salud Carlos III, se sitúa en 1,04, es decir, cada persona infectada genera ese cifra de nuevos casos.
El viernes pasado, la cifra recogida por el Ministerio de Sanidad apuntaba que en España existían 2.987 personas con coronavirus, lo que provocaría una semana después (tiempo estimado entre el contagio y la detección por PCR) que la cifra se vaya a situar cerca de los 6.000.
El número reproductivo del virus es uno de los indicadores más fidedignos para ver el curso de la pandemia. En Marzo se situaba por encima del 3 y tras el confinamiento, el Gobierno se felicitaba por haberlo reducido por debajo del 0,5. La situación aún no es igual que en el tercer mes del año, pero el valor límite es precisamente 1, número que se supera desde que se terminó el Estado de Alarma y cuyo punto álgido desde entonces se situó a mediados de julio, cuando se acercó al 1,5.
El lunes 10 de agosto el número de casos registrados por el Ministerio de Sanidad fue de 1.486 casos con un número reproductivo del 1,04. El viernes, el número de casos fue de 2.987. La capacidad de contagio del virus no ha variado desde entonces (al menos no la recoge el Instituto de Salud Carlos III), por lo que el incremento de casos seguirá respondiendo a la duplicidad.
Esta escalada fue la que provocó la reunión urgente del Consejo Interterritorial entre Ministerio y comunidades donde se anunciaron una serie de medidas que los profesionales de Salud Pública, aunque las aplauden, se lamentan de su anacronismo. Cierto es que evitarán nuevos contagios pero la situación actual, de la que no tienen dudas de que se trata de trasmisión comunitaria, necesita otras más contundentes. Este tipo de medidas quizá hubieran evitado la situación actual en julio pero, hoy por hoy, lo que se necesita es precisamente lo que quedó en mera recomendación en el Consejo Interterritorial: limitar los encuentros sociales y garantizar medios y capacidades sanitarias para el control de la pandemia.
La evolución semanal de la incidencia que manejan tanto el ministerio como las comunidades autónomas así lo evidencia. Cuando terminó el Estado de Alarma se encontraba en 4,39 casos por 100.000 habitantes. Hasta el 12 de julio la situación estaba controlada (la tasa era de 9,72) pero a partir de entonces comenzó la escalada. A finales de mes ya rozaba el índice epidémico (52 casos por 100.000 habitantes), umbral que superó el 9 de agosto. Estas cifras se podían intuir precisamente por el número reproductivo del virus, que en julio alcanzó el pico de 1,45 nuevos contagios por cada infectado.
La buena noticia
Dentro de un panorama negro que amenaza a septiembre, hay una buena noticia a la que poder agarrarse. Las medidas tomadas, como el cierre del ocio nocturno, tendrán su impacto en unos diez o quince días. Hay que recordar que, según el Ministerio, alrededor del 40% de los brotes que se han producido tienen su raiz en reuniones asociadas al ocio, sobre todo el nocturno, hecho que comenzará a disminuir paulatinamente. Además, el número reproductivo está disminuyendo desde aquel preocupante 1,45 al 1,04 actual. El número sigue rebasando el umbral epidémico pero desde el 2 de agosto mantiene una curva a la baja.
Evitar el confinamiento general, que sería la forma más rápida de disminuir ese índice reproductivo y la transmisión comunitaria del virus, también implica la colaboración activa de la ciudadanía. Los hospitales recibían hasta el 9 de agosto 58 casos por 100.000 habitantes, un índice soportable en pleno agosto, pero que de mantenerse bloqueará de nuevo a los hospitales en otoño.
