
La socimi Árima Real Estate no frena sus planes de crecimiento por la pandemia y cierra la compra de un edificios de oficinas llave en mano en la zona de Manoteras, en Madrid, por 38,9 millones de euros.
La operación, que se ha realizado off market, ha sido asesorada por Knight Frank e EY, y supondrá la inyección de 12.000 metros cuadrados y 245 plazas de aparcamiento a la cartera de la firma patrimonialista.
Concretamente, tras esta adquisición el portfolio de Árima se sitúa con un total de 90.000 metros cuadrados alquilables y más de 1.000 plazas de aparcamiento bajo rasante. Según explica la socimi en su presentación de resultados, la cartera está valorada al cierre de junio en 253 millones de euros, lo que representa un 22% más sobre el precio de compra.
Además de esta operación, Árima ha firmado, durante la fase de desescalada, un contrato de alquiler en el edificio de Cristalia, en uno de los pocos espacios que la compañía tiene disponibles en el momento, con una renta un 25% por encima de la renta media del resto de inquilinos en el inmueble. Según explica la firma, "el nuevo contrato, que reportará a la socimi una renta anual de 140.000 euros, es otro ejemplo del buen hacer del equipo gestor y reflejo de la demanda creciente de activos de calidad, saludables y sostenibles, tendencia que se ha visto incrementada con la pandemia".
Último suelo de Manoteras
La adquisición del proyecto de oficinas que acaba de cerrar Árima supone la compra del último suelo disponible de una de las zonas de oficinas más en auge de Madrid. La parcela, situada en el número 28 de la avenida de Manoteras, cuenta con una antigua edificación que será demolida para la construcción de un edificio de oficinas de clase A de 12.000 m2 y de la más última generación.
Así, la espectacular transformación del entorno de Manoteras en los últimos años se culmina ahora con la colocación del último suelo disponible. "Su gran accesibilidad y buenas comunicaciones, tanto por transporte público como privado, su cercanía a la capital y la competitividad en rentas han supuesto un gran impulso para la zona", explica la compañía.
La notable mejora del stock en los últimos años ha incrementado el deseo de grandes empresas de ubicarse en esta área. La llegada de multinacionales como Deloitte y la confirmación de firmas como Everis, Liberbank, Sopra, BMW o Grupo Pascual han contribuido a crear un entorno empresarial de primer nivel que seguirá creciendo con la incorporación de nuevos nombres a los cerca de 50.000 metros cuadrados que estarán disponibles en los próximos 3 años en la zona.
"En un momento como el actual, resulta muy acertado apostar por este tipo de proyectos en una zona tan consolidada. Manoteras ha sido una de las zonas con mayor protagonismo en los últimos años, ha tenido mucha actividad tanto en el mercado de alquiler como en el de inversión y continuará siendo una de las zonas más atractivas para inversores y usuarios durante los próximos ejercicios", explica Pedro Luengo, Offices Capital Markets Director en Knight Frank.
Según los datos recogidos por la consultora inmobiliaria, el primer semestre del año se cerró con una inversión de 1.300 millones de euros en el mercado de oficinas, de los que más de 700 millones correspondían a Madrid. Con un segundo trimestre condicionado por el Covid-19, esta cifra supone un 30% menos que el volumen registrado en el mismo periodo del año anterior, un ejercicio que, por otro lado, supuso un año histórico por las cifras alcanzadas en el mercado de oficinas.
Esquiva el Covid
La socimi ha logrado cerrar el primer semestre del año en números negros, con un beneficio neto de 2,5 millones de euros, lo que supone una caída del 83% respecto al año anterior, debido al incremento de los costes, tanto generales como financieros, según informó la propia compañía.
La firma que dirige Luis López de Herrera-Oria logró no obstante esquivar el impacto de la crisis generada por el Covid-19 en sus cuentas, dado que no registró impagos, aumentó sus ingresos por rentas de alquiler y revalorizó sus activos.
En el plano operativo, Árima registró un incremento del 58,6% en sus ingresos por el alquiler de su cartera de activos entre los pasados meses de enero y junio, hasta sumar 2,54 millones de euros. No obstante, el referido aumento de gastos llevó a la socimi a cerrar el semestre con un beneficio neto de explotación (Ebitda) negativo de 1,26 millones de euros.
La compañía asegura estar cobrando "el 100%" de las rentas de alquiler a pesar de la crisis, dado que entre sus inquilinos no figuran firmas de 'retail' ni de ocio, las más afectadas por el confinamiento y la paralización de actividad. A pesar de ello, dice estar "colaborando estrechamente" con todos sus arrendatarios e "implementando medidas preventivas de seguridad para ayudarles en su regreso al lugar de trabajo"