
El decreto de Nueva Normalidad no trajo consigo ningún plan concreto contra posibles rebrotes. Las medidas de distancia social de metro y medio y el uso de mascarillas, a la vista de los datos diarios no sirven para frenar al virus o no hay posibilidad de controlar que se cumplan. Los datos de infectados de esta semana son de los peores de junio, cuando estaba vigente el Estado de Alarma.
El Gobierno ya ha dicho en más de una ocasión últimamente que la herramienta del confinamiento está ahí y se utilizará si es necesario. Es la prueba más evidente de que es el único mecanismo del que se dispone para controlar al virus. De momento, dicen, no se quiere recurrir al Estado de Alarma y fían a las mejoras en detección conseguidas en este periodo el control de los rebrotes. Para ello, las comunidades autónomas deberán actuar y controlar los focos para evitar la transmisión comunitaria, e incluso, decretar confinamientos.
Pero la posibilidad de volver al mes de marzo se agranda, viendo lo que ocurre tanto dentro como fuera de España. Lisboa confina a 19 de los 24 distritos. Alemania mantiene en cuarentena a más de 350.000 personas y Estados Unidos está emplenado prácticas similares. Aquí, Aragón mantiene vivo un rebrote que ha llevado a cuatro comarcas a la Fase 2 y el caso de Málaga "es preocupante", en palabras de Fernando Simón. Un escenario que guarda muchas similitudes con lo que se vivió en febrero, cuando la pandemia comenzó a introducirse en España, mientras que entonces el Ministerio de Sanidad hablaba de que España estaba en un "escenario de contención".
También existe un problema de detección de casos, aunque aquí es verdad que la situación ha mejorado mucho respecto a marzo. Viendo los datos que ofrece el estudio de seroprevalencia con las PCR realizadas, se puede observar que al principio de la pandemia se detectaba el 10% de los casos y con un periodo de tiempo no inferior a una semana. Ahora, la detección supera el 30% y el tiempo transcurrido entre 24 y 48 horas. Tocará esperar a principios de julio, cuando se publique la tercera oleada del estudio de seroprevalencia, para ver si la situación mejora.
El problema aumenta con la llegada del turismo. Los controles aeroportuarios son insuficientes. Profesionales sanitarios así lo recuerdan cada vez que se les preguntan y piden endurecerlos. Controles de PCR en origen y otras pruebas como pueden ser la cantidad de oxígeno en sanrge o la frecuencia cardiaca, cuyos resultados pueden conocerse en 20 segundos. Y la situación se volverá más tensa cuando las fronteras se abran al mundo entero.