
Mapfre acaba de recibir el visto bueno de la CNMV para poner en marcha el que se convertirá en su primer fondo para invertir en el negocio del capital riesgo. Este vehículo, que ha lanzado junto con Altamar y Abante, contará con unos recursos por valor de hasta 250 millones de euros. Su estrategia será la de un fondo de fondos: es decir, no invierte directamente sobre compañías, sino que toma participaciones en otras gestoras de capital riesgo que aprovechan sus recursos para invertir y diversifica así sus inversiones. Su foco estará en gestoras de Estados Unidos y Europa.
Esta práctica es muy habitual por parte de las aseguradoras de otros países, pero en España era una estrategia poco utilizada porque la normativa no favorece la entrada de estos inversores en el sector por las comisiones en cascada. Sin embargo, desde la industria llevan años reclamando favorecer esta legislación para que se amplíe el número de inversores que apuesta por el capital privado ante las altas rentabilidades que ofrece frente a otros como la renta fija o ante la volatilidad de los mercados financieros.
El lanzamiento de este de private equity de Mapfre primer instrumento que lanza junto a Abante desde la alianza alcanzada en septiembre del año pasado, por la que la aseguradora española adquirió una participación del 10% de la firma de asesoramiento financiero. "Estas inversiones alternativas nos permiten diversificar el balance, en un entorno de bajos tipos de interés, y además suelen estar menos correlacionadas con la evolución de los mercados. Además, el momento de mercado es muy atractivo porque se pueden generar grandes oportunidades en los próximos meses", señala José Luis Jiménez, director general de inversiones de Mapfre.
Inversiones diversificadas
La estrategia de Mapfre es similar a la que ha planteado también Mutua Madrileña, que tomó hace escasos meses el 20% de la gestora de activos alternativos de Alantra (Alantra Asset Management) para montar vehículos de inversión conjuntos por 100 millones de euros, convirtiéndose así en uno de sus inversores ancla. Fuentes del sector apuntan, además, a que en los próximos meses se verán más inversiones de este tipo.
Mapfre sigue así con su estrategia de diversificar la cartera frente a otro tipo de activos financieros e incrementar gradualmente sus inversiones alternativas, con objeto de defender la rentabilidad en un entorno de tipos de interés bajos. En este sentido, el consejo de administración autorizó hace casi un año la inversión de otros 500 millones de euros en inversiones alternativas, que se suman a los 550 ya aprobados previamente. Se trata, no obstante, de un porcentaje reducido sobre el total de los activos gestionados del grupo que, según los últimos resultados a cierre del trimestre, alcanzaban los 59.271 millones.