Madrid, 18 nov (EFECOM).- El vicepresidente de Bolivia, Alvaro García Linera, aseguró hoy que su país garantizará la seguridad jurídica necesaria para que las empresas extranjeras mantengan las inversiones en la nación andina y puedan trabajar "como socios, y no como patronos".
En una entrevista concedida a la Agencia EFE, en la que también abordó el problema de la inmigración, García Linera recordó que la decisión de nacionalizar algunos recursos naturales como los hidrocarburos afectó a empresas inversoras como Repsol-YPF, que tuvo que renegociar sus condiciones con el Estado boliviano.
García Linera subrayó la importancia de los nuevos contratos (suscritos el pasado 28 de octubre) que Bolivia "va a cumplir de manera escrupulosa" porque "queremos socios, no patronos", e insistió en que "vamos a garantizar la seguridad jurídica de las empresas que invierten en nuestro país".
De hecho, recordó, Bolivia ha llevado esos contratos al Parlamento y "los va a convertir en ley" y, a partir de ahí, "le toca a la empresa hacer lo que corresponde: invertir, explorar, pagar sus impuestos, etc".
"Si cada uno cumple sus tareas, habrá un idilio de mutuo beneficio", aseguró.
García Linera reconoció que la decisión de nacionalizar los recursos bolivianos provocó "una serie de inconvenientes, no atribuibles ni a la empresa ni al Gobierno", sino relacionadas con "el Ministerio Público, su autonomía y algunas susceptibilidades suyas".
"Hubo una serie de malentendidos y de susceptibilidades que enrarecieron las relaciones con las empresas españolas pero, en general, y aún más desde la firma de contratos, las relaciones siempre han sido muy prácticas y los acuerdos las han reafirmado", dijo el vicepresidente boliviano.
En cuanto a los nuevos contratos, recordó que, a partir de ahora, el Estado boliviano se quedará, como mínimo, el 50 por ciento de los beneficios de la producción, mientras que el resto se repartirá de manera variable (entre el Estado y las empresas) "en función de la producción, los precios del mercado internacional e inversiones".
En su opinión, la fórmula es "lo suficientemente equilibrada con la inversión extranjera y lo suficientemente generosa con el Estado boliviano" que, con esos beneficios adicionales, podrá "garantizar la inversión productiva y una mayor industrialización en el ámbito del gas y del petróleo".
Sobre el fenómeno de la inmigración, el vicepresidente dijo que la propuesta de la UE de incluir a Bolivia entre los países que necesitarán un visado para entrar en Europa, "sólo regularizará la situación de algunas personas", pero el resto "utilizará otras vías para llegar a España".
No obstante, valoró la posibilidad de que España y Bolivia lleguen a acuerdos que permitan la entrada de un cupo determinado de trabajadores "con garantías y derechos laborales y sociales".
En su opinión, la inmigración es resultado de "la globalización" y de las "profundas asimetrías económicas" que hay en el mundo.
"El mundo atraviesa ahora una gran segunda oleada migratoria, tras la de principios del siglo XX" y, desde luego, reconoció, ese fenómeno genera problemas como pérdida de mano de obra cualificada, separación de familias, explotación de trabajadores en los países receptores, etc.
El vicepresidente boliviano opinó que la inmigración "sólo puede solucionarse con el esfuerzo interno y la ayuda de la comunidad internacional", y recordó que hace veinte años "el ingreso medio en España era de 3.000 dólares" y, actualmente, gracias a la ayuda de la entonces Comunidad Económica Europea, llega a los 23.000 dólares.
Para que la gente deje de abandonar el país, insistió, Bolivia "necesita la ayuda del exterior para mejorar la inversión, las condiciones de vida, optimizar sus ingresos, abrir mercados o favorecer créditos que mejoren la producción interna", medidas para reducir las asimetrías económicas.
Sobre la nueva Constitución boliviana, el vicepresidente boliviano recordó que llevan tres meses debatiendo el reglamento interno y que aún no se ha llegado al debate del texto constitucional.
Respecto a su política de acercamiento a países como Cuba o Venezuela y la posibilidad de que estas alianzas acaben aislando a Bolivia, dijo que "nosotros escogemos a nuestros amigos por criterios propios y no aceptamos que nadie nos diga quienes deben serlo" y que, del mismo modo, "somos muy respetuosos con lo que hagan los demás".
Recordó que Bolivia tiene "excelentes relaciones con Argentina, Brasil, Cuba, Venezuela, España e incluso con los Estados Unidos", con el cual "queremos mejorar las relaciones". EFECOM
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(Con fotografía)
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