Empresas y finanzas

El sector de la automoción arranca al ralentí tras 43 días de inactividad

  • El problema de la industria radica en cuándo abrirán los concesionarios y se reactivará la demanda

Tras más de un mes de parón por el estado de alarma decretado por el Gobierno el pasado 14 de marzo, las factorías españolas de vehículos volverán a reanudar su producción a partir del próximo lunes 27 de abril. Aunque este arranque se llevará a cabo de manera gradual para asegurar que se cumplen todas las medidas de seguridad y no se produce ningún contagio entre los trabajadores.

Y es que el conjunto del sector (fabricantes, concesionarios, industria auxiliar) y los sindicatos mayoritarios (UGT y CCOO) han firmado un protocolo sanitario marco que permita el reinicio paulatino de la actividad productiva y de la distribución en la automoción. Dicho protocolo contempla una serie de medidas y controles que garanticen la seguridad y salud de los trabajadores mientras desarrollan su actividad. El objetivo es facilitar la vuelta a la producción, así como a la actividad comercial y de reparación, cuando se permita una vez finalizado el periodo de hibernación, acorde con los principios y procedimientos establecidos por los ministerios de Sanidad y Trabajo.

Pero las factorías españolas tardarán en volver a coger el ritmo de producción que tenían antes del parón. Algunas funcionarán a medio gas y otras no reanudarán la producción hasta que no se vuelvan a vender vehículos -tal y como anunció el Grupo PSA, el cual tiene tres centros productivos en España (Vigo, Figueruelas y Madrid) en la presentación de resultados del primer trimestre-.

Y es que la automoción ha sido el único sector industrial que cesó su actividad al completo, con todo lo que ello supone. Así, algunas automovilísticas tuvieron que parar ante el confinamiento de otras regiones. Esto fue lo que pasó con Nissan en Zona Franca, que, ante el confinamiento de Igualada, localidad que provee a la multinacional japonesa de neumáticos, tuvieron que paralizar su producción el pasado 13 de abril.

La falta de stock tras más de 40 días sin actividad se hará notar. Y tardará en ponerse en marcha, pues los fabricantes de componente de automoción tienen el mismo problema. Desde la patronal de componentes de automoción Sernauto, su presidenta, María Helena Antolin, destaca que la recuperación de la industria será "lenta y progresiva". La directiva ha comentado que esperan que sean capaces de reactivar la actividad para que no se tengan que lamentar los cierres de algunas factorías, así como para no perder el liderazgo global que tiene España. En su opinión, "algunas empresas caerán por el camino", aunque ha hecho hincapié en que "las grandes empresas harán lo imposible para que nadie se quede atrás".

La crisis económica que se avecina obligará a algunos concesionarios a cerrar o a unirse

Toda esta situación provocará una pinza. Ante la falta de suministros se tardará en producir, de la misma manera que cuanto más se tarde en reactivar la demanda más Expedientes Temporales de Regulación de Empleo (Erte) se llevarán a cabo, con el consiguiente problema de que estos se conviertan en ERE y, con ellos, despidos.

Segundos Ertes

Ahora toca poner en marcha toda la cadena de suministro y esto requiere tiempo. Por lo tanto, las automovilísticas se encontrarán a su vuelta con falta de componentes y con una plantilla a medias, pues las reincorporaciones de los trabajadores se irán haciendo de manera gradual. Ante esta situación, algunas automovilísticas han aplicado Ertes por causas organizativas o productivas. Seat, la automovilística que más vehículos produce en España, ha planteado a los sindicatos un Erte para 11.000 trabajadores a partir del próximo 27 de abril y durante ocho semanas.

En el caso de PSA, propietaria de las marcas Peugeot, Citroën, DS y Opel, empresa y sindicatos ya han firmado un Erte por causas productivas en la factoría zaragozana de Figueruelas. Dicho Erte se aplicará desde el fin del estado de alarma hasta la fecha tope del 31 de julio y será de un máximo de 70 días por trabajador. De los 5.500 empleados que tiene la fábrica, quedan excluidos los que trabajan al 65%, 67% y 75%, los que cumplan o hayan cumplido en 2020 los 61 años y los nacidos en 1958.

En el caso de la planta que PSA tiene en Vigo, la dirección y los sindicatos SIT y UGT acordaron la aplicación de un Erte ordinario por razones organizativas y de producción, que permanecerá en vigor para los 4.634 operarios fijos hasta final de año.

Asimismo, pese a que la producción en la factoría navarra de Landaben, propiedad de Volkswagen, volverá a la actividad el próximo 27 de abril, la dirección y los sindicatos han firmado un segundo Erte por causas organizativas y productivas que se extenderá hasta el próximo 31 de diciembre. Desde la dirección desconocen en qué fecha la planta alcanzará su actividad normal de tres turnos, al tiempo que aseguran que, hasta ese momento, se va a generar en la fábrica un excedente de personal que irá cambiando en función de las necesidades productivas.

Por su parte, la planta de Ford en Almussafes intentará reanudar la producción el próximo 4 de mayo. Así, la factoría valenciana, salvo que se produzcan nuevos retrasos, habrá acumulado un total de 48 días consecutivos sin actividad. Cerró el pasado 16 de marzo al aprovechar los festivos fijados por las Fallas. Desde entonces han permanecido en sus casas más de 7.000 empleados de la multinacional estadounidense, que ya ha advertido de que volverá a la actividad a un ritmo muy lento. Tanto es así que la dirección de la fábrica ha propuesto a los sindicatos la negociación de un nuevo Erte cuando expire el de causa mayor, con el que tratará de ajustar la producción a una demanda que esperan muy inferior a la habitual.

Los comités de empresa de Nissan Barcelona han llamado a la huelga de los trabajadores

Distinto es el caso de Nissan en Zona Franca y Montcada i Reixach (Barcelona). Pese a que la dirección había acordado la vuelta a la actividad para el próximo 4 de mayo, los sindicatos han convocado una huelga indefinida. Desde los comités de empresa de estos dos centros han decidido, con el apoyo de todos los sindicatos, convocar una huelga indefinida hasta clarificar su futuro, el cual ven en peligro. La compañía prevé reabrir solo la línea 2 de la planta de la Zona Franca, en la que se fabrica la pick-up de Mercedes-Benz, pero no tiene fecha para la línea 1, la de la furgoneta eléctrica e-NV200. Se volverá al trabajo con el único objetivo de fabricar las últimas 1.300 pick-up comprometidas con Mercedes y otras 400 que se venderán con marca Nissan en Oriente Medio.

Sin demanda

Por si fuesen pocos los problemas, se une el estancamiento de la demanda. Los concesionarios están cerrados desde que se declaró el estado de alarma y todavía no se sabe cuándo volverán a operar.

La caída en las ventas de vehículos en marzo, un 69,3% menos en tasa interanual y 37.644 unidades comercializadas, se agravará en abril al permanecer cerrados los concesionarios. Y es que, en los primeros 20 días de abril, las matriculaciones de vehículos han caído un 98% en tasa interanual, hasta los 1.359 vehículos comercializados, según datos de Ideauto para Ganvam.

Pero el problema va más allá. Cuando abran los concesionarios no tendrán la misma demanda que antes de la declaración del estado de alarma. La crisis económica que supone tener la actividad parada supondrá un descenso en las ventas, así como el cierre de algunos concesionarios o su concentración, con el objetivo de hacerse más fuertes.

Desde la patronal de los concesionarios Faconauto ya han reclamado un plan de incentivos a la compra, tal y como aseguró su presidente, Gerardo Pérez, en una entrevista con elEconomista. En su opinión, el principal obstáculo que hay en el sector es que la compra de vehículos está muy ligada a la certidumbre en el medio plazo que tiene el consumidor. Por ello, es necesario un plan para incentivar esa demanda, tal y como se hizo cuando se implantó el primer Plan Pive, que ayudó mucho a la reactivación de las ventas.

El presidente de Faconauto también señala que la fabricación y la apertura de los concesionarios tendrá que ser simultánea y con una importante campaña comercial para reactivar el sector, ya que se han comprometido a mantener el empleo de las 161.500 personas y las concesiones cuentan con un stock importante en la actualidad.

Caída de la producción

Por si el panorama fuese poco optimista, la producción de vehículos en el primer trimestre del año ha caído un 14,6% en tasa interanual, hasta las 646.221 unidades. En marzo, mes que tan solo contó con 14 días de actividad, se ensamblaron en las fábricas españolas un total de 143.737 vehículos, lo que supuso un descenso del 45,1% en tasa interanual.

Pese a estos datos negativos, España ha conseguido recuperar la octava plaza como productor mundial de vehículos que perdió en 2018 en detrimento de Brasil. Estos resultados se han podido llevar a cabo por el incremento de la producción de vehículos en España en febrero, de un 2,9% en tasa interanual, hasta las 262.449 unidades fabricadas.

Pero las previsiones que hace la patronal de vehículos no son nada positivas. Desde Anfac asumen que el parón por el brote de coronavirus provocará que se fabriquen hasta 700.000 unidades menos en el conjunto del año, pues en abril la producción será "prácticamente nula", lo que supondrá un volumen total ligeramente superior a los dos millones de unidades. Estas cifras colocan la situación en el mismo entorno de fabricación de los peores años de la crisis económica, cuando el dato más bajo de fabricación se situó en los 1.979.000 unidades registrado en 2012.

Para recuperar la octava plaza como constructor mundial la exportación de vehículos ha tenido un papel importante. Y es que el mercado español se caracteriza porque el 82% de los vehículos que se producen en España se exportan a otros países, lo que da buena muestra de la aceptación que tienen los vehículos españoles en el entorno internacional.

Por su parte, el mercado brasileño se caracteriza por consumir, mayoritariamente, lo que produce. De esta manera, el 85% de la producción del país suramericano se dedicó a la venta nacional en el primer trimestre del año, mientras que el 15% se dedicó a la exportación, según datos de la patronal brasileña Anfavea.

La producción en Brasil ha caído en el primer trimestre un 16% en comparación con el mismo periodo del ejercicio anterior, hasta las 585.889 unidades. Asimismo, las matriculaciones de vehículos en el país suramericano, tanto de modelos producidos en Brasil como importados, han caído en el acumulado de los tres primeros meses del año un 8,1%, hasta las 558.081 unidades. Si observamos las ventas de vehículos nuevos producidos en Brasil, el descenso en el primer trimestre ha sido del 7,6% en tasa interanual, hasta las 497.540 unidades.

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