
Virgin Australia está a un paso de colapsar por la crisis del coronavirus, la falta de ayudas y su elevada deuda. El consejo de administración de la aerolínea tiene previsto declarar el concurso de acreedores en las próximas horas ante los problemas para conseguir respaldo económico por parte del gobierno de la región, que ya habría rechazado formalmente inyectar liquidez a la compañía en el corto plazo, informa la prensa local y The Guardian.
Virgin Australia solicitó un rescate de 890 millones de dólares (unos 1.400 millones de dólares australianos) para poder sobrevivir al desplome de la actividad y hacer frente a su elevada deuda de 4.800 millones de dólares, pero el Ejecutivo australiano, dirigido por Scott Morrison, se negó a habilitar una línea de liquidez y abrió la puerta a entrar en el capital de la firma mediante la compra de acciones. Algo que todavía está lejos de suceder.
La falta de ayudas coloca a Virgin en una situación de debilidad al no poder negociar una reestructuración de la deuda con los acreedores o lograr el respaldo de los accionistas. "Sin la ayuda del Gobierno es muy poco probable que pueda atraer nuevos inversores para ayudar a recapitalizar la compañía o lograr nuevos préstamos", señala la prensa local. La negativa del primer ministro se da en un momento en el que Queensland ha asegurado que le dará 200 millones de dólares australianos a la aerolínea si mantiene la sede en Brisbane mientras que el gobernador de New South Wales ha prometida un rescate si se traslada a Sidney.
"Sin la ayuda del Gobierno es muy poco probable que pueda atraer nuevos inversores para ayudar a recapitalizar la compañía o lograr nuevos préstamos"
La segunda aerolínea de Australia, que emplea a unas 10.000 personas de forma directa, no tiene previsto cesar las operaciones cuando declare el concurso de acreedores. El objetivo es aprovechar el periodo para reestructurar su deuda, deshacerse de las partes del negocio menos rentables y buscar un comprador. En este punto, Virgin ya había contratado a Deloitte para elaborar un plan de reestructuración y pilotar su venta, por lo que se espera que sea la consultora la que asuma el papel de administrador, tal y como informa el diario local Financial Review. Entre los posibles interesados en comprar la firma podría estar la firma de capital privado BGH Capital.
La aerolínea busca reestructurarse y un nuevo comprador que la mantenga en el aire
Virgin Australia es mayoritariamente de propiedad extranjera de Etihad Airways (20,94%), Singapore Airlines (20,09%), Nanshan Group (19,98%), HNA Group (19,82%) y Richard Branson's Virgin Group (10,42%) .
El primer ministro de Singapur, Lee Hsien Loong, había sugerido previamente que la aerolínea de su país no estaba en condiciones de ayudar a Virgin, dado que Singapore Airlines ha tenido que reorganizar sus propias finanzas para sobrevivir a la crisis. No en vano, la aerolínea ha tenido que emitir 5.300 millones en nuevo capital y levantar hasta 9.700 millones a través de bonos convertibles obligatorios. También concertó una línea de crédito puente de 4.000 millones con DBS Bank, apoyando los requisitos de liquidez a corto plazo de la compañía.
Luchar por sobrevivir
A pesar de que desde Australia se ha solicitado al fundador Richard Branson que participe personalmente en el rescate de la aerolínea, este se ha mantenido en silencio. No en vano, Virgin Atlantic también tiene problemas de liquidez y está buscando el respaldo del gobierno de Reino Unido, al que ha pedido un préstamo de unos 500 millones de libras del que todavía ni tiene respuesta. Sin ir más lejos, hoy 20 de abril, ha enviado una carta a sus trabajadores asegurando que lucha por mantener el grupo a flote e incluso pondría su isla como aval. En la misiva, Branson dijo que está haciendo todo lo posible para mantener Virgin Atlantic Airways a flote. Necesita un préstamo comercial respaldado por el Reino Unido para salir de la crisis, mientras que Virgin Australia está "luchando por sobrevivir".
Branson se ha comprometido a inyectar 250 millones de dólares propios en sus marcas para salvar empleos, y dijo en la carta que "una gran parte" irá a Virgin Atlantic. Pero puesto que "no entra dinero y sale mucho", eso solo no será suficiente, añadió.
Virgin Australia sería la segunda víctima del coronavirus. Flybe, que atravesaba serios problemas económicos antes de la pandemia, fue la primera en quebrar ya que el desplome de los ingresos y las cancelaciones dejaron a la firma sin liquidez para seguir operando. Alitalia también estaba entre las favoritas para quebrar hasta que el Gobierno la rescató. En este punto, desde IATA han alertado en más de una ocasión que el sector aéreo necesita el apoyo de los Gobiernos y elevadas líneas de liquidez para poder sobrevivir a la crisis que ha dejado sin ingresos al sector.