
Iberdrola ha anunciado que, durante el mes de marzo, en plena crisis del Covid-19, ha batido su récord de compras a proveedores, alcanzando los 2.900 millones de euros, casi el 75% del total del primer trimestre, y que un 24% ha recalado en empresas radicadas en España.
La compañía presidida por Ignacio Sánchez Galán ha señalado en una nota de prensa que, entre enero y marzo, alrededor de 10.000 proveedores de todo el mundo se han beneficiado de su actividad tractora, materializada en compras por unos 4.000 millones, el doble del mismo período de 2019. Según sus cálculos, esa cantidad se ha traducido en el mantenimiento de unos 700 empleos diarios a tiempo completo, equivalentes a 400.000 puestos en el cómputo anual.
El presidente ya anunció en la Junta de Accionistas de la semana pasada que pensaba adelantar los pedidos a sus proveedores y la contratación de personal durante el presente ejercicio y hoy ha desglosado el balance de sus compras en todo el mundo en lo que va de año, donde España alcanza el 24% del total, unos 940 millones. Las firmas de EEUU han recibido el 21,5% (825 millones) y las brasileñas el 18% (695 millones). El resto ha recalado en Reino Unido y otras regiones, que la multinacional eléctrica no desglosa.
20.000 millones comprometidos en compras
Ante un auditorio vacío -la Junta se celebró telemáticamente-, Galán anuncio que hasta el año 2023, la empresa tenía comprometidos unos 20.000 millones de euros para sus 22.000 proveedores, que ya recibieron pedidos por ese mismo importe durante el pasado 2019.
La empresa también anunció que aumentará su ritmo inversor actual, que este año alcanzará los 10.000 millones.
La compañía pondrá en funcionamiento al menos la mitad de los 9.000 MW que construye en todo el mundo en la actualidad, repartidos en 30 plantas solares fotovoltaicas, 50 parques eólicos terrestres, nuevos parques eólicos marinos -Saint-Brieuc (Francia), Baltic Eagle (Alemania) y Vineyard Wind (EEUU)-, la central de bombeo del complejo del Támega (Portugal), más de 5.000 kilómetros de líneas de transmisión de muy alta tensión en Brasil y nuevas redes de distribución en los estados de Nueva York, Maine y Connecticut.