El Gobierno ha aprobado encargar a la empresa pública Equipos Nucleares (Ensa) la construcción de 68 contenedores para los residuos radiactivos de las centrales nucleares de Santa María de Garoña (Burgos), Trillo (Guadalajara) y Almaraz (Cáceres), por 213 millones de euros.
El Consejo de Ministros ha autorizado a la Empresa Nacional de Residuos Radiactivos (Enresa) a contratar los servicios de la cántabra Ensa -78,75% de la SEPI y 21,25% de la Dirección General de Patrimonio del Estado- para construir y suministrar 14 contenedores destinados a la central de Almaraz, otros 10 para la de Trillo y 44 más para la de Garoña.
Los encargos se han traducido en dos contratos distintos, el primero para las plantas de Almaraz y Trillo, por 85,1 millones y el segundo para Garoña por 127,6 millones. En total, ambos contratos ascienden a 212,7 millones.
La construcción de los contenedores se ha planificado de acuerdo con lo previsto en el borrador de Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), y el calendario de cierre aceptado por el Gobierno y las empresas. Según este cronograma, el primer reactor de Almaraz dejará de generar en 2027 y el segundo en 2028; Trillo lo hará en 2035; en el caso de Garoña -parada desde 2017-, Enresa y el titular de la central, Nuclenor, trabajan para desmantelarla tan pronto como sea posible.
Así, los contenedores para las centrales de Almaraz y Trillo se construirán en un plazo de cinco años, y la entrega de los primeros comenzará en 2022. Los correspondientes a Garoña también se construirán durante cinco años y se empezarán a servir en 2023. En todos los casos son del mismo tipo que ya ha construido y suministrado Ensa a las centrales en ocasiones anteriores.
Los contenedores permitirán almacenar en seco el combustible gastado de las centrales, que se depositará en sus respectivos Almacenes Temporales Individuales (ATI) hasta que esté listo un Almacén Temporal Centralizado (ATC) y puedan trasladarse allí, no antes de 2028.
Piscinas saturadas
En la actualidad, estos residuos radiactivos están en unas piscinas especiales para ellos, dentro de cada una de las plantas, que están al límite de su capacidad. A cierre de 2018, según los datos de Foro Nuclear, el grado de ocupación de las piscinas de Almaraz era del 92%, el de Trillo del 82% y el de Garoña del 96%.
La financiación de estos contenedores corre por cuenta del Fondo para la financiación de las actividades del Plan General de Residuos Radiactivos -la denominada Tasa Enresa-, que grava la producción eléctrica de las centrales con cerca de 8 euros por MWh.