Dentix acaba de anunciar un expediente de regulación de empleo temporal (Erte) para toda su plantilla, unos 3.200 empleados, al verse obligada a cerrar todas sus clínicas dentales en España temporalmente por el coronavirus. La compañía ha justificado su decisión en "fuerza mayor" al no "poder garantizar, en las actuales circunstancias, la seguridad sanitaria de los pacientes y profesionales".
En este sentido, la red de clínicas dentales señala a través de un comunicado que no cuentan con las suficientes mascarillas ni otros elementos de protección para desarrollar su trabajo y la situación de desabastecimiento en los hospitales, que tienen prioridad para estos productos, les hace "imposible garantizar el servicio en calidad óptima".
No obstante, Dentix mantiene en sus puestos a un número reducido de su plantilla para prestar atención telefónica general y especializada a sus pacientes, así como informarles de la actual situación. De esta forma, repite la misma estrategia desarrollada en Italia semanas atrás por el mismo motivo.
Complicada situación
La crisis por el coronavirus llega apenas unas semanas más tarde de que KKR diera un portazo y decidiera cancelar la operación que había anunciado en diciembre, mediante la cual canjearía deuda por equity y se convertiría en accionista de Dentix. Sin embargo, según informó el fondo estadounidense, decidió cancelar la operación tras encontrar problemas en la due diligence, algo que extrañó al mercado pues ya había recibido la autorización de Competencia, había fichado a Enrique Francia (exVips) como futuro consejero delegado de la firma y, según explican las fuentes consultadas, tener acceso recurrente al balance de la compañía como prestamista. Posteriormente, la cadena también se acercó a Advent (dueño de Vitaldent tras comprar a JB Capital, el fondo de Javier Botín), que ha descartado quedarse con la compañía, según ha publicado hoy El Confidencial.
