El Gobierno va a modificar la Ley Antitabaco pese a que la presión regulatoria actual ha llevado el consumo de cigarrillos a mínimos históricos, con una caída de las ventas del 52% desde la entrada en vigor de la norma en 2005. El ministro de Sanidad, Salvador Illa, que ya hizo unas declaraciones la semana pasada sobre su intención de tomar más medidas en contra del tabaco, comparece mañana en el Congreso, para anunciar el endurecimiento de la legislación.
Según la última Encuesta sobre Alcohol y Drogas en España (Edades), elaborada por Sanidad, el 34% de las personas entre 15 y 64 años consume tabaco de manera diaria, frente al 32,8% que lo hacía cuando entró en vigor la Ley Antitabaco de 2005, que posteriormente fue reformada en el año 2010.

El Gobierno defiende que la prevalencia del tabaquismo está creciendo en los últimos años, pese a las restricciones, y que tanto las sociedades científicas como las organizaciones implicadas en la lucha contra el tabaquismo apuestan por endurecer las leyes, con medidas como aumentar los impuestos, ampliar los espacios libres de humo o equiparar la regulación del cigarrillo convencional con las nuevas formas, como electrónicos o vapeo.
Sin embargo, los datos oficiales del Comisionado para el Mercado de Tabacos (CMT), un organismo dependiente del Ministerio de Hacienda, demuestran otra cosa muy distinta. Si se analiza la evolución de consumo de cajetillas de tabaco desde la entrada en vigor de la Ley en 2005, se observa cómo en España se consume en la actualidad un 52% menos de cigarrillos per cápita que en el primer año de entrada en vigor de la conocida como Ley Antitabaco. Es una cifra que coincide, además, con la evolución de las ventas, de acuerdo con los datos del mismo organismo. En 2005 se vendieron 4.634 millones de cajetillas y en 2019 ese volumen se redujo a únicamente 2.242 millones, con una tendencia de descenso imparable.
Según la industria, estas cifras demuestran que "no es cierto que los niveles de consumo hayan vuelto a los niveles previos a la Ley Antitabaco, ni mucho menos, como ponen de manifiesto los datos de consumo y el hecho de que el comercio ilícito se esté reduciendo". Lo que excepcionalmente ha ocurrido en el año 2019, con datos de ventas de los estancos españoles que toma el Comisionado para el Mercado del Tabaco, es que las ventas han crecido por primera vez en muchos años, aunque solo lo han hecho un 0,53%.
Menor contrabando
En el sector explican que "este crecimiento de ventas legales sí que se correlaciona con la bajada de los niveles de contrabando, evidenciando que lo que han hecho los consumidores es volver a comprar el tabaco en el estanco en vez de hacerlo en el mercado negro. Y esta vuelta a la legalidad no ha sido porque se fume más, sino porque muchos fumadores han vuelto a tener trabajo y ya no dudan en comprar su tabaco en el estanco".
Asimismo, en España las ventas han repuntado en los últimos meses en las provincias fronterizas con Francia, debido al incremento de la presión fiscal llevada a cabo por el país vecino sobre el tabaco.