Empresas y finanzas

El plan de Colau de cerrar el Puente Aéreo tropieza con la legislación europea

  • El consistorio catalán persigue eliminar los vuelos entre Madrid y Barcelona
  • Las rutas de corto radio suponen el 5% de emisiones de la aviación comercial
Ada Colau, alcaldesa del Ayuntamiento de Barcelona. Foto: Archivo.

El plan de Ayuntamiento de Barcelona de acabar con los vuelos entre Barajas y El Prat choca de lleno con la legislación de la Unión Europea. El concejal de Emergencia Climática del consistorio catalán, Eloi Badia, anunció el miércoles que pedirá al aeropuerto que elimine las rutas que tienen una alternativa ferroviaria, como es el caso de Puente Aéreo entre Madrid y la Ciudad Condal.

Una solicitud de caerá en saco roto puesto que Aena no tiene la capacidad de cerrar una ruta aérea concreta o prohibir a las aerolíneas volar entre dos aeropuertos comunitarios. El Ministerio de Fomento tampoco tiene ese poder, que recaería, en cualquier caso, en la Unión Europea.

"Con el marco regulatorio actual es imposible eliminar rutas o impedir operar a una compañía comunitaria"

"Con el marco regulatorio actual es imposible eliminar rutas o impedir operar a una compañía comunitaria", explica Javier Gándara, presidente de ALA y consejero delegado de easyJet. Así, si se quieren eliminar por ley las líneas que tienen alternativas ferroviarias, como busca abordar el consistorio que dirige Ada Colau, se tendrían que modificar varios reglamentos europeos.

Y es que, el sector aéreo europeo está regulado por el Tercer Paquete de Medidas de liberalización del mercado de 1993 que establece que cualquier aerolínea comunitaria puede operar cualquier ruta entre dos aeropuertos de la UE, incluidas las domésticas, con total libertad. La única condición que tienen que cumplir es tener slots (franjas horarias) en los dos aeropuertos. La asignación de estos slots está regulada por un reglamento del Consejo Europeo que establece los principios que hay que seguir para darlos o quitarlos.

La Aecfa es el organismo encargado de asignación de las franjas horarias y su único deber es aplicar a rajatabla el reglamento europeo. Aunque la asociación está formada por Aena y las aerolíneas con más presencia en el mercado español, éstas no tienen ningún poder ni influencia sobre el reparto de los mismos. Así, la Aecfa da servicio al gestor aeroportuario.

Entre las normas que regulan la entrega de los slots se encuentra el llamado Derecho Histórico que implica que una aerolínea tiene derecho de utilizarlos de forma indefinida si los ha conseguido una vez y los explota conforme a la ley. La única forma de arrebatar a una compañía sus franjas horarias es que no haya operado el 80% de los vuelos durante un año. En ese caso, los slots volverían al pool y serían asignados.

La forma de arrebatar slots es que la firma no haya operado el 80% de los vuelos un año

Otra de las normas es que se da prioridad para entrar en las rutas o los aeropuertos a las compañías que todavía no tengan presencia para evitar que alguna concentre mucho peso en una infraestructura concreta. El único caso en el que los Estados Miembro tienen capacidad de reservar alguna franja horaria es cuando la ruta se declara Obligación de Servicio Público y, en ese caso, si finalmente no se utiliza el hueco éste volverá al pool y podrá ser explotado por otra compañía.

"Ignorancia"

Fuentes del sector consultadas por este diario señalan que la propuesta del Ayuntamiento de Colau refleja "muy poco conocimiento del servicio" que se presta entre Madrid y Barcelona y otras no han dudado en tacharlo de "muestra de ignorancia" o "atentado contra libertad de movimiento". Por su parte, desde ALA explican que la transición del avión al AVE en las rutas en las que existen las dos opciones se está realizando de forma natural y que actualmente el avión supone un 22% de los pasajeros de esos corredores frente al 63% de 2007.

El modo aéreo se usa así principalmente cuando se realizan vuelos de conexión ya que la alternativa terrestre no es viable por los problemas para gestionar la facturación de la maleta y los tiempos del trayecto. En este punto, cabe recordar que Iberia ya ha señalado que estudiaría eliminar algunas rutas de corto radio, como en Madrid-Valencia, si la Terminal 4 de Barajas tuviera una estación de AVE para facilitar la conexiones. El caso del Puente Aéreo, que opera Iberia, es distinto ya que hay un pasajero de negocio que necesita viajar entre las dos ciudades en el día. Por otra parte, las rutas de menos 500 km suponen menos del 5% de todas las emisiones de CO2 de la aviación comercial por lo que prohibir estas líneas no sería un gran impacto.

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