
El divorcio entre la plantilla de RTVE y la presidencia de Rosa María Mateo es cada vez más evidente. El Comité Intercentros al completo ha convocado una huelga general en los días pico de audiencia de la Navidad, para reclamar que les devuelvan la jornada de 35 horas, que es la se estaba aplicando durante los últimos 16 meses y hasta el pasado 1 de diciembre.
Así, todos los sindicatos de la radiotelevisión pública (UGT, CCOO, SI, CGT y USO) han organizado paros y movilizaciones los días 22 y 31 de diciembre y, en principio, el 8 de enero. Los dos primeros días coinciden con el sorteo de la Lotería de Navidad (el Gordo) y con la emisión de las campanadas de fin de año, dos eventos con los que La 1 se corona líder de audiencia de cada jornada con datos por encima del 35%.
En las campanadas de fin de año de 2018 aglutinó 5,6 millones de espectadores
Por ejemplo, en las campanadas de fin de año de 2018 (el 31 de diciembre) aglutinó 5,6 millones de espectadores de media y registró una cuota de pantalla del 34,4%. El día del sorteo de la Lotería, que el año pasado también emitió La Sexta, tuvo 2,68 millones de espectadores y un share del 46,5%. Unos datos que la cadena pública no se puede permitir perder, debido a los malos datos de audiencia que arrastra desde la llegada de la administradora única temporal al poder y que se han traducido en varios cambios en el área de informativos. El último: la dimisión de Begoña Alegría, tras la llegada de Enric Hernández como jefe supremo de contenidos de actualidad.
La huelga también se celebraría el día que se convoque la investidura del presidente del Gobierno. Una jornada que se podría agendar próximamente. No en vano, este lunes ERC aseguró que no pactarán ningún tipo de Gobierno hasta después de la Navidades.
¿Servicios esenciales?
Fuentes sindicales consultadas por este diario aseguran que el objetivo es que no se emitan ni las campanadas, ni el Gordo ni el debate de investidura. Según explican, la cadena solo está obligada a dar un servicio público esencial, que consiste en boletines de noticias y contenidos informativos urgentes, como un atentado. Así, tendrían que emitir la investidura, pero no el debate o el resultado del sorteo de Loterías, pero no todo el evento. "Las campanadas no son un servicio esencial y además se emiten en todas las cadenas, no es necesario que nosotros también las demos por ley", explican fuentes de UGT.
En este punto, a lo largo de la semana que viene, representantes de todos los sindicatos se reunirán con la dirección de la cadena para tratar de desbloquear la situación y buscarán fijar un calendario de servicios mínimos. "Si finalmente no hay acuerdo en los servicios mínimos y el Gobierno los fija y nos obliga a dar las campanadas, tendremos también un problema con éste", aseguran estas mismas fuentes.
Con las protestas, los trabajadores buscan recuperar la jornada de 35 horas, que se instauró por primera vez en el año 1977. Tras el Real Decreto de Rajoy se subió a 37,5 horas, pero cuando este decayó se volvió a instaurar las 35 horas en la cadena pública. La Sepi y Hacienda pidieron a la dirección de la cadena que recuperara las 37,5 horas, que son las que rigen en los presupuestos de 2018, y como los trabajadores se negaban a pactar, RTVE llevó el conflicto colectivo a la Audiencia Nacional.
"La dirección reinstaló las 37,5 horas sin que hayan presentado propuesta alguna sobre la aplicación"
El tribunal ha fallado asegurando que "no se puede ir contra la ley", pero no entra en el fondo de cómo se debe interpretar la ley, que es donde chocan sindicatos y empresa. "La dirección reinstaló las 37,5 horas sin que hayan presentado propuesta alguna sobre la aplicación", aseguran desde SI.
Los representantes de los trabajadores explican que subir la jornada implica reducir los salarios, ya que tienen un complemento variable en función del horario y la disponibilidad, por lo que quieren reunirse con el PSOE y Podemos.