TELEFONICA
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Telefónica estaría en condiciones de suprimir cerca del 60 por ciento de su deuda en el supuesto de que surgieran interesados en adquirir las ocho filiales latinoamericanas ahora puestas en el escaparate. Según estimaciones realizadas por elEconomista.es, el valor de las filiales de Argentina, Uruguay, Chile, Perú, México, Colombia, Ecuador y Venezuela podrían rondar los 22.360 millones de euros.
Los cálculos están basados en las valoraciones efectivas de las ventas realizadas por la teleco en el mismo continente durante los últimos meses y considerando que la historia pudiera repetirse en el futuro cercano en condiciones similares al pasado más reciente.
Ante esas posibles expectativas de ingresar 22.360 millones de euros, baste recordar que la deuda de Telefónica se situó el pasado septiembre en los 38.293 millones de euros, cifra que se reduciría a los 37.600 millones si se incluyeran los diferentes eventos aún pendientes de formalizar. Es decir, si se alinearan los planetas y surgiera un conjunto de ofertas por los activos no considerados prioritarios, Telefónica dejaría de estar endeudada de la noche a la mañana.
Agotamiento de la fórmula de Latinoamérica
Las estimaciones anteriores guardan íntima relación con el anuncio realizado José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica, quien reconoció el pasado miércoles el agotamiento de la fórmula tradicional aplicada en Latinoamérica, con la excepción de Brasil, lo que abre la puerta a todo tipo de opciones.
La venta de activos, junto con eventuales alianzas con otros jugadores, se perfilan como las posibles actuaciones. Ante este nuevo escenario, los analistas madrugaron ayer para realizar las valoraciones de unos activos ahora receptivos a posibles ofertas.
Durante este año ya se anunciaron la venta de las subsidiarias de Guatemala y El Salvador al rival América Móvil, a cambio de 570 millones de euros, lo que representó un múltiplo global de 9,7 veces resultado operativo antes de amortizaciones (oibda) de 2018. En espera de las autorizaciones regulatorias, Telefónica también ha liquidado los negocios en Panamá, Nicaragua y Costa Rica por otros 1.455 millones de euros. En estos casos, las compañías centroamericanas fueron transferidas a Millicom por un importe de 1.455 millones de euros, lo que a su vez arroja un múltiplo de 6,7 veces oibda.
Con estas dos referencias en un horizonte tan cercano, ambas realizadas por el mismo operador y en idéntico continente, podrían establecerse unas horquillas estimativas. Bajo estos supuestos, la valoración de los referidos activos latinoamericanos oscilaría entre los 27.500 y los 17.219 millones de euros, con una media aritmética de 22.359 millones de euros.
Según los datos de 2018, los oibdas de las regiones Hispanoamérica norte y sur de Telefónica sumaron 2.570 millones, distribuidos de la siguiente forma: Colombia, 556 millones; México, 150 millones; Ecuador, 143 millones; Venezuela, 3 millones; Argentina, 669 millones de euros; Chile, 617 millones; Perú, 350 millones y Uruguay, 82 millones.
La herencia de BellSouth
En el juego de comparaciones y frente a una valoración estimada de los ochos referidos mercados en el entorno idílico de los 22.360 millones, podría recordarse que, hace 15 años, Telefónica Móviles compró diez filiales latinas de BellSouth por 4.731 millones de euros.
En aquella operación, el grupo español puso su sello en las subsidiarias de la compañía estadounidense de Argentina, Uruguay, Chile, Perú, Colombia, Venezuela, Ecuador, Panamá, Nicaragua y Guatemala.
La revolución en ciernes
Álvarez-Pallete desmenuzó el pasado miércoles las decisiones del consejo de administración de su grupo para poner en marcha un plan de acción "que servirá de catalizador para su transformación". Así, la nueva revolución que daría origen a una "Telefónica preparada para los próximos cien años" pasaría por concentrar el foco estratégico en cuatro países: España, Brasil, Alemania y Reino Unido.
Asimismo, el grupo anunció la creación de una filial dedicada a tecnología, denominada Telefónica Tech, para concentrar y desarrollar todos los negocios relacionados con la ciberseguridad, Big Data, Cloud e Internet de las Cosas. Otra nueva subsidiaria, Telefonica Infra, se destinará para "aflorar el valor de activos y acelerar el crecimiento, a través de las infraestructuras de las telecomunicaciones y los servicios a terceros operadores. Dicha sociedad arranca con Telxius como accionista mayoritario, con el 50,01% del capital".
Al mismo tiempo, Álvarez-Pallete desveló la creación de una unidad que aglutine los negocios de Telefónica en todos los países en los que opera en Latinoamérica excepto en Brasil. Ante las condiciones particulares de estos mercados, "que han impactado en la evolución de los negocios, mermando su contribución en los últimos años por distintos motivos y a pesar de los enormes esfuerzos de los equipos locales, que siempre han mostrado un fuerte compromiso". Ante semejante tesitura, Álvarez-Pallete mostró el deseo de su grupo de "ser dueño de su propio destino" y "dejó todas las puertas abiertas" en un continente donde la teleco "no es capaz de crecer por encima de la inflación".
Así, indicó que "si todo lo anterior significa reducir nuestra exposición en Latinoamérica, lo haremos", por que la teleco siente "la necesidad de cambiar". En su argumentación, Álvarez-Pallete apuntó que si no se actúa "el modelo de agota y las operadoras van perdiendo relevancia. Por tanto, creo que es el momento de abrir esa discusión y de buscar cuál es la nueva fórmula de estar expuestos de manera rentable en esos mercados".