
Cuatro directivos de BBVA imputados por el caso Villarejo se acogen a su derecho a no declarar. Entre primera hora de la mañana y las 11:00 horas han pasado por la Audiencia Nacional a testificar como imputados por cohecho y descubrimiento y revelación de secretos Eduardo Arbizu, exjefe de servicios jurídicos del banco; Eduardo Ortega, actualmente en el área jurídica de la entidad; Juan Asúa, actual asesor del presidente de BBVA, Carlos Torres; y Manuel Castro, exjefe de riesgos. Los cuatro han secundado la estrategia seguida por los exdirectivos imputados en julio y se han acogido a su derecho a no declarar.
De momento ya son 13 los jefes y exjefes de la entidad investigados. Solo dos, Antonio Béjar, ex director del área de Inmobiliario del grupo, y el expresidente, Francisco González, colaboran con la Justicia. De hecho, fuentes conocedoras del caso apuntan a que la declaración del primero ha sido clave para que el magistrado imputara la semana pasada a González, que acudió ayer a comparecer a la Audiencia Nacional.
BBVA cesó a Arbizu de la entidad el pasado mes de julio sin dar explicaciones. No obstante, fuentes cercanas al caso señalaron que su salida fue fruto de la investigación interna que llevó a cabo el banco por la trama de espionaje. Sin embargo, mantiene en el puesto a otros, entre los que destaca Juan Asúa, el principal asesor del actual presidente de BBVA Carlos Torres, que ha salido de la Audiencia Nacional a las 10:30, pocos minutos después de haber entrado. BBVA indica que sólo actúa en caso de acusaciones formales, por lo que de momento no tiene previsto su cese.
A los juzgados no ha acudido José María García Crespo, jefe de servicios jurídicos de la entidad en 2009, fecha en la que se encargó al excomisario José Manuel Villarejo la investigación al constructor Fernando Martín y al expresidente de Colonial, Luis Portillo. Su declaración como imputado fue pospuesta, ya que inicialmente estaba convocado para el día de hoy.
González apunta a sus subalternos
El expresidente, a diferencia de los imputados que han desfilado por la Audiencia Nacional, respondió a todas las preguntas realizadas tanto por el juez como por la Fiscalía. En su comparecencia mantuvo la tesis de que se enteró por la prensa de los contratos a Villerejo, que derivaron en una red masiva de espionaje a políticos y empresarios.
Por tanto, como explicó a su salida, González negó cualquier tipo de irregularidad suya durante su gestión. "BBVA y sus directivos han trabajado siempre de manera ejemplar", señaló el expresidente de la entidad, quien abandonó anticipadamente su cargo el año pasado, cuatro meses después de iniciar una investigación interna para aclarar las relaciones del grupo financiero con el excomisario.
El banquero, eso sí, echó balones fuera y apuntó a que algunos directivos "a título individual" sí pudieron saltarse los controles y los códigos de conducta de BBVA y pudieron cometer los delitos de los que se les acusa. En concreto, según fuentes jurídico, señaló entre otros al exjefe de Seguridad, Julio Corrochano.