
El astillero Hijos de J. Barreras, el mayor de España de carácter privado, ha solicitado en el juzgado de lo Mercantil 3 de Vigo el preconcurso de acreedores. La Voz de Galicia asegura que el fondo Oaktree estaría en interesado en su compra y ya tendría prácticamente cerrado el acuerdo con los principales accionistas (Pemex, Albacora y García Costas).
Así las cosas, la empresa tendrá con esta medida un plazo de tres meses en los que intentará llegar a acuerdos con los acreedores para evitar el concurso, si la acepta antes el juzgado tras analizarla y comprobar que cumple todos los requisitos.
La Xunta de Galicia solicitó hace dos días a Ritz Carlton, que construye un minicrucero de lujo en Barreras y tiene encargada una segunda unidad, información precisa sobre la situación del astillero, después de que fueran destituidos su presidente, José García Costas, y dos altos directivos. La administración gallega pretende una solución "integral" para el astillero, para que pueda hacer frente a los pedidos que tiene en cartera, y también para las auxiliares.
Uno de esos pedidos es un minicrucero de lujo para Ritz Carlton que acumula varios meses de retraso en su entrega, y que de hecho ha obligado al aplazamiento de su viaje inaugural y un sobrecoste de más de 50 millones de euros. El accionista mayoritario de Barreras es la petrolera mexicana Pemex, con el 51% de los títulos.
Ya pasó por el concurso en 2012
Barreras ya pasó por el trance de un concurso de acreedores en 2012 lastrado por las deudas y por la crisis del llamado tax lease, y que superó gracias a que la masa de deudores aceptó una quita del 80% de la deuda, que ascendía entonces a 71,75 millones de euros. Entre los acreedores figuraban empresas auxiliares, trabajadores de Barreras y la Seguridad Social.
Está por ver si las auxiliares están dispuestas a aceptar nuevas quitas o condonaciones de trabajos ya realizados, algo que descartó en un artículo reciente el director general de la patronal gallega del metal, Asime, Enrique Mallón.
Mallón se reunió ayer con una treintena de auxiliares que trabajan para Barreras y éstas le transmitieron su intención de acabar sus trabajos y su compromiso de que no solicitarían el concurso de acreedores del astillero, cosa que ahora no podrán hacer con la petición de preconcurso.