Empresas y finanzas

Más jamón polaco: Vall Companys lanza otra marca tras anunciar que solo vendería español

  • La empresa catalana es socia de Comapa, que vendía jamón de Polonia como si fuera español
  • La marca Montaño se distribuye con una oferta en Ahorramás con aceite de oliva

El jamón polaco a bajo precio gana cada vez más sitio en las cadenas de supermercados españolas. Si primero fue Comapa la que se lanzó a vender piezas de este país bajo la marca Sierra Alpujarra, dando a entender que el producto procedía de esta comarca granadina, ahora es uno de sus socios, el grupo catalán Vall Companys, el que está distribuyendo en las tiendas de Ahorramás jamón de este país de Europa del este con la enseña Montaño.

En este último caso el hecho resulta especialmente llamativo porque Vall Companys, que asumió en abril la gestión de Comapa y destituyó a sus anteriores gestores, había anunciado su decisión de retirar todo el jamón polaco de las tiendas y eliminar las marcas Sierra Alpujarra y Trevedul para evitar posibles confusiones al consumidor.

Aunque un comunicado remitido el pasado 18 de septiembre la compañía aseguró que "la nueva dirección de Comapa se abasteció de carne cien por cien nacional a partir de abril de 2019", la marca Montaño, que se registró en julio de 2016, no se dio de alta en el Registro Sanitario hasta marzo. La oferta de jamones polacos se lanzó en las tiendas de Ahorramas el jueves 26 de septiembre y los camiones salieron de los secaderos que Comapa tiene en las localidades granadinas de Atarfe y Otura entre los días 23 y 24 de ese mismo para llegar a los muelles de recepción de mercancía de la plataforma logística que la cadena de supermercados tiene en Velilla de San Antonio (Madrid) y poder ser distribuidos al público, según las fuentes consultadas.

De acuerdo con las mismas, el grupo catalán habría introducido en el mercado alrededor de 5.000 piezas. La oferta en las tiendas se inició el jueves de la semana pasada, 26 de septiembre, y finaliza el próximo 5 de octubre.

En concurso

Tras hacerse con el mando de Comapa, Vall Companys ha solicitado el concurso de acreedores de su participada, denunciando que los anteriores gestores, los hermanos Jaime y David Álvarez, habían incurrido en "prácticas comerciales agresivas no sostenibles".

Comapa estaba ofreciendo el jamón polaco con ofertas de dos piezas por 50 euros mientras que Vall Companys lo ofrece ahora a un precio único de 45 euros por unidad con una garrafa de aceite de regalo. Al contrario de lo que ocurría con la compañía cárnica madrileña, la catalana no utiliza sin embargo en ningún momento ningún tipo de nomenclatura que haga pensar al consumidor que el producto es español.

Sello indentificativo

Aunque en los jamones aparece el sello identificativo polaco, con una marca de PL, en las etiquetas se apunta que está elaborado en España para Jamones Duriber, filial de Vall Companys domiciliada en Guadalajara. En las etiquetas, lo único que se señala es que el jamón está curado a 1.476 metros de altitud.

Fuentes de Vall Companys explican que "la materia prima fue curada en el secadero natural, sin nitrificantes, que Comapa tiene en Trévelez" y que "esta materia prima fue adquirida antes del cambio de la dirección de Comapa el 11 de abril". Según la compañía, se ha utilizado una marca de forma puntual que estaba en desuso evitando enseñas que pudieran confundir al consumidor. "La mercancía cumple con la normativa comunitaria europea que permtie curar en España materia prima de cualquier país de la UE", insiste el grupo.

El problema de fondo, según explican en el mercado, es que aunque España es el segundo país productor de porcino de Europa y el cuarto a nivel mundial, gran parte de la cabaña se está vendiendo a China, golpeada por una peste porcina, que ha provocado además un aumento considerable de los precios.

El porcino polaco

Polonia es uno de los países de la UE que más casos positivos de peste porcina africana está reportando, lo que aumenta exponencialmente el riesgo de su propagación a España, según denuncian en el sector. Las autoridades de este país han estado investigando, además, sin en algunos mataderos se habían sacrificado animales enfermos, no aptos para el consumo humano. La importación de carne de otro país europeo para elaborar jamones es, en cualquier caso, legal.

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