
El secretario de Estado en funciones, José Domínguez, ha pedido que la UE introduzca en los criterios de financiación europeos "incentivos y desincentivos" económicos para premiar a los estados que más contribuyan a alcanzar los objetivos climáticos comunitarios de 2030 y castigar a los que no ayuden en la tarea.
Domínguez ha hecho estas declaraciones esta mañana durante su intervención en el Consejo Europeo de Energía, que ha analizado la situación de los planes nacionales de los socios comunitarios para alcanzar los objetivos climáticos y energéticos de la UE, como reducir un 40% sus emisiones de CO2, alcanzar un 35% de presencia de las fuentes renovables en la matriz energética común o reducir un 32,5% el consumo de energía.
Concretamente, Domínguez ha reclamado aprovechar el marco financiero plurianual -ahora se negocia el correspondiente al período 2021-2027, que contempla 1,1 billones de euros, más del 1% de la renta europea- para "evitar cualquier veleidad de un Estado miembro de desentenderse del esfuerzo común". A la vez, ha manifestado que los estados con un "esfuerzo serio" deberían "verse apoyados a la hora de establecer los criterios que han de guiar la financiación europea".
Más peso de los estados
Estas declaraciones han culminado una argumentación en la que ha pedido que el Consejo Europeo -el máximo órgano comunitario, donde deciden los estados directamente- adopte un "papel activo" y no deje que sea sólo la Comisión Europea la encargada de "subsanar los desfases entre la ambición y el progreso" a la hora de alcanzar los objetivos.
Así, ha pedido al Consejo que amplíe el seguimiento sobre las actuaciones nacionales "a más de una vez al año", y que, si no se subsanan los desfases, dé "orientaciones a la Comisión sobre políticas y tipo de medidas a adoptar".
En el caso de que el Consejo no dé un paso adelante para forzar la actuación de los estados potencialmente díscolos, el modelo de gobernanza climática de la UE, sufriría una "evidencia muy perjudicial desde su nacimiento" y se generaría "incertidumbre".
España ha planteado en su Plan Nacional de Clima y Energía (PNIEC) unos objetivos más ambiciosos que los comunitarios, como un 42% de renovables o un 40% de eficiencia energética, y así se lo reconoció la UE en su evaluación de los PNIEC de los distintos socios.
Bruselas se felicitó de que el país, junto con Dinamarca, Estonia, Lituania y Portugal, haya presentado contribuciones "significativamente más altas" que el resto de países, y calificó de "gratificante" el nivel de ambición en renovables, aunque mostró su desconfianza de que pueda alcanzar en otras, como la de ahorro y eficiencia.
En este sentido, Domínguez ha señalado que el país presentará una versión revisada del PNIEC "en los próximos días", junto con su evaluación ambiental.
La nueva versión, que mantiene los ambiciosos objetivos de la versión conocida, ha incorporado las recomendaciones de Bruselas y ha tenido en cuenta las 12.000 sugerencias recibidas y se ha "reforzado" en materia de seguridad energética -tras un nuevo y "profundizado" análisis de REE, el operador del sistema eléctrico-, mercado interior de la energía e investigación e innovación.
Autoconsumo contabilizado como eficiencia
El secretario ha pedido una "interpretación" de la Directiva de renovables que permita "contabilizar el autoconsumo doméstico como una mejora de la eficiencia", argumentando que "si no lo hacemos así, estamos activando instalaciones de agua caliente en edificios domésticos que están basados en tecnologías obsoletas que ya no son las más rentables".
Esta modificación también ayudaría a que España cumpliese el objetivo de ahorro y eficiencia, el más difícil de alcanzar de todos.