
Naturgy obtuvo un beneficio neto de 592 millones de euros hasta el mes de junio, frente a las pérdidas de 3.281 millones que se anotó en el mismo período del año anterior, en el que revisó el valor en libros de sus activos. Sin tener en cuenta este y otros efectos extraordinarios, el beneficio ordinario asciende a 692 millones, un 30% por encima de los 532 millones obtenidos en el mismo período de 2018.
En el ecuador del año, la empresa presidida por Francisco Reynés pone el acento en los avances de su Plan Estratégico 2018-2022, marcados por la inversión -sobre todo en renovables y redes eléctricas- que sumaron 700 millones. Igualmente, la compañía ha acelerado su plan de eficiencias y si esperaba conseguir 100 millones, ahora eleva ese objetivo hasta los 150 millones.
En relación al otro gran frente de la compañía, la revisión regulatoria planteada por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para las redes de gas y electricidad, el presidente ha insistido ante los analistas en que "todas las opciones están encima de la mesa", incluida la judicial y ha subrayado que, a diferencia de las redes eléctricas -que considera una adaptación del modelo actual- en las redes de gas se propone un "abrupto cambio de modelo, tras años de estabilidad".
El beneficio ordinario sube un 30%
En términos ordinarios, el resultado bruto operativo (ebitda) alcanzó los 2.277 millones, un 8% más, sin tener en cuenta, entre otros factores, los 110 millones en costes asociados a la implementación del plan de eficiencias en los que se ha incurrido en este primer semestre. Después de estos efectos el ebitda alcanzó los 2.150 millones de euros. Por su parte, el beneficio neto ordinario aumentó un 30%, hasta los 692 millones de euros, fruto de la mayor actividad y las menores amortizaciones.
Por unidades de negocio, Gas&Power registró un ebitda ordinario de 695 millones, un 8,7% más elevado, gracias a la comercialización de gas, electricidad y la prestación de servicios, así como de la generación internacional de electricidad. Por el contrario, la actividad de GNL y la generación de energía en Europa fueron afectadas negativamente por unas menores ventas y márgenes durante el periodo.
El negocio de Infraestructuras a este lado del Atlántico (EMEA) incrementó su ebitda ordinario un 8%, hasta los 970 millones, como resultado de un buen comportamiento de todas sus actividades y el avance de las eficiencias.
El ebitda de Infraestructuras Latinoamérica Zona Sur (Chile, Argentina y Brasil, principalmente) creció significativamente, un 12,2%, alcanzando los 449 millones, gracias a las eficiencias y a la actualización de tarifas, a pesar de que la devaluación de las divisas le restó 46 millones.
En el caso de Infraestructuras Latinoamérica Zona Norte (México y Panamá) el ebitda ordinario fue de 190 millones, un 57% más alto, por una regulación positiva, una mayor demanda y la mejora de las eficiencias.
Otros 400 millones de compra de autocartera
A 30 de junio la deuda neta de la compañía había alcanzado los 14.826 millones, un 3% que al cierre de 2018, como resultado del enfoque en la generación de caja y en la aportación de valor a los accionistas. En este sentido, Naturgy ha completado la compra de 400 millones de autocartera (share buy back) y ha decidido comprar otros 400 millones durante los próximos 12 meses.
La firma señala que también ha aprobado el pago de un dividendo de 0,294 euros por título el próximo 31 de julio. En el conjunto del año desembolsará 1,37 euros por acción, un 5% más que en 2018.
Entre las operaciones relevantes, destaca el avance a la hora de desprenderse de abandonar mercados y desprenderse de negocios no estratégicos, como la venta de su filial moldava. Igualmente ha firmado un acuerdo para vender activos de transmisión de electricidad en Chile, al tiempo que ha acordado un intercambio de activos en Argentina para centrarse en el negocio de gas y en posiciones de control industrial.
En este sentido, su el objetivo de ventas señalado en el Plan Estratégico era de 3.000 millones, la empresa ya ha ejecutado 2.700 millones y ha firmado ventas por otros 250 millones en México, Chile y Argentina, lo que, como señaló Reynés, dificulta el cierre de otras operaciones en el mercado.
En este sentido, preguntado por su posible interés por los activos de EDP o la participación de Cepsa en Medgaz, Reynés ha insistido en que analizan todas las operaciones para comprobar si encajan en sus criterios de inversión y son mejores que otras opciones.
El presidente ejecutivo de Naturgy, Francisco Reynés, ha valorado que "durante estos primeros doce meses del Plan Estratégico hemos sabido tomar medidas y reaccionar de forma ágil y decidida ante las incertidumbres y cambios que se han producido y se producen tanto a nivel económico como político y sectorial. El mundo está cambiando y nuestro negocio lo está haciendo aún a mayor velocidad, por lo que la transformación que estamos llevando a cabo en Naturgy es obligatoria y refuerza nuestra competitividad a nivel global".
Reynés: "Hemos diseñado una nueva política comercial de la compañía que ha permitido mejorar los márgenes y reducir el riesgo. Todo ello junto al plan de eficiencias y la simplificación de los procesos"
Reynés también ha indicado que "en esta primera parte del año quiero destacar el esfuerzo que seguimos haciendo para simplificar nuestra presencia geográfica y optimizar nuestro modelo de gestión. Hemos diseñado una nueva política comercial de la compañía que ha permitido mejorar los márgenes y reducir el riesgo. Todo ello junto al plan de eficiencias y la simplificación de los procesos".
Revisión regulatoria de la CNMC
En relación a la revisión regulatoria planteada por la CNMC para el período comprendido entre 2021 y 2026, que plantea un recorte de los ingresos regulados de las redes de distribución de gas y de electricidad en una media de un 7% y un 17,8%, respectivamente, la empresa sostiene que trabaja de forma prioritaria en la elaboración de las alegaciones para proteger los intereses de sus accionistas.
Reynés ha desgranado una valoración preliminar y cualitativa de las reformas propuestas para las redes de gas y de electricidad. No ha aportado ningún dato cuantitativo sobre el impacto que pueden tener en las cuentas de la compañía
Sobre la reforma del gas considera que el Regulador yerra en el diagnóstico sobre el sistema gasista español, proponer una remuneración insuficiente, establece un cuota asimétrica de eficiencias, obliga a realizar algunas inversiones que no son rentables, desincentiva el crecimiento, tiene un período transitorio demasiado corto en comparación con la vida útil de los activos y carece de visibilidad a partir de 2026. Es, en suma, un abrupto cambio de modelo, tras años de estabilidad.
Sobre la reforma de la electricidad, por el contrario, entiende que contiene cambios técnicos al introducir el WACC como referencia para la remuneración, no reconoce suficientemente el riesgo de la actividad, es más rígida que la normativa de otros países comparables y tiene un período transitorio alineado con el modelo actual. Se trata, en resumen, de un modelo continuista con adaptaciones.
Naturgy insiste en que tratará de asegurar que el nuevo marco regulatorio continúe reconociendo un nivel razonable y predecible de la remuneración regulada en el largo plazo, tanto para las inversiones ya ejecutadas como para las futuras.