
José Bogas, consejero delegado de Endesa, ha solicitado a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) que incremente la retribución a las redes de distribución de electricidad, algo "crucial" para cumplir los objetivos climáticos del país, y ha revelado que atesora auna cartera de proyectos renovables de 9.000 MW hasta 2030.
Esta mañana, durante la presentación ante los analistas de los resultados del primer semestre del año, Bogas ha valorado que la retribución propuesta por el Regulador de los mercados es "una de las más bajas de Europa" y ha considerado con rotundidad que "no es suficiente".
La CNMC ha planteado una nueva metodología para calcular la retribución de las redes durante el próximo período regulatorio, entre 2020 y 2025, que se basa en el coste medio ponderado de capital (WACC por sus siglas en inglés), y que reduce su tasa de rentabilidad financiera de un modo escalonado desde el 6,5% de la actualidad hasta el 5,58%, provocando un recorte retributivo del 7%, es decir, 381 millones de ajuste para el conjunto de la actividad regulada.
Estoy de acuerdo con la CNMC en usar la metodología del WACC, pero uno de los puntos de nuestras alegaciones será subir ligeramente la remuneración hasta un nivel saludable
Bogas ha indicado que, aunque haya niveles retributivos más bajos en algunos países vecinos, como Reino Unido o Alemania, donde, grosso modo, rondan el 3,5%, estos niveles "no son buenos". Apuntó que está de acuerdo en usar una metodología basada en el WACC, pero anunció que una de sus alegaciones será subir la tasa retributiva "a niveles más saludables".
Incentivos para la digitalización
También ha especificado que, además de solicitar el incremento, considera que la nueva retribución debería aplicarse a los activos ejecutados a partir de enero de 2020, momento en que arranca el nuevo período regulatorio, y no a los construidos entre 2018 y 2019. Así mismo ha añadido que, "quizá", las inversiones en digitalización de las redes deberían recibir una "remuneración específica".
Bogas ha indicado, no obstante, que la propuesta del Regulador es "preliminar", está abierta a comentarios y ajustes y que, hasta que no se conozca la normativa definitiva, a finales de año, no se podrá conocer el efecto en las cuentas de la compañía: "es muy pronto para conocer su impacto", aunque ha augurado que será "casi neutral". Fuentes de Endesa aclaran que la empresa ya ha descontado un impacto en sus previsiones de los próximos años.
Gran cartera de renovables
El consejero delegado desveló que, además de los 879 MW de renovables que está construyendo -se reparten en 25 proyectos eólicos y solares- y que espera conectar a las redes antes de que acabe el año, la sociedad cuenta con una cartera de energía verde de unos 9.000 MW hasta 2030, de los que 1.800 MW entrarán en operación entre 2020 y 2021.
De toda esta cartera, un 85% corresponde a proyectos solares y un 15% a proyectos eólicos. Preguntado por el modo en que espera obtener rentabilidad, el ejecutivo espera que "un máximo del 40%" lo haga directamente del precio del mercado, mientras que el restante 60% lo haga por medio de contratos de precio a largo plazo (PPA, por sus siglas en inglés) y con las subastas que lanzará el Gobierno.
No obstante, Bogas valoró que al nivel de precios que espera para la próxima década, alrededor de los 50 euros por MWh, no hay mucha diferencia entre lo que se puede obtener con las subastas -que ahora sólo garantizan un suelo de ingresos- y otras opciones a priori con más riesgo.
Estas previsiones de crecimiento son independientes de las adquisiciones que pueda acometer la empresa, entre las que destacan los activos que EDP tiene a la venta. El ejecutivo señaló que Endesa está invitada a realizar una oferta antes del próximo 31 de julio y reiteró su interés en la operación, "siempre y cuando aporte valor a los accionistas".