
Siemens es un referente en Europa en materia de digitalización e Industria 4.0. Desde hace años, la compañía se encuentra inmersa en un plan de inversiones que le ha permitido ofrecer toda la gama de productos para que una empresa de cualquier industria se digitalice.
Para ahondar en estos productos y explicar su visión sobre la Cuarta Revolución, Joan Franças, vicepresidente y director general de Siemens PLM Software visita a elEconomista Factoría 4.0.
¿Cómo valora el estado de la industria en España?
Con la crisis, perdimos un par de puntos en el peso de la Industria respecto al PIB, que ahora es de un 15%. Comparándonos con nuestro entorno, estamos un poco detrás: en Alemania representa el 25%, en Italia un 20% y en Reino Unido un 18%. Hay que reconocer que España es un país de servicios, eso hace que estemos un paso por detrás.
¿Y en materia de digitalización industrial?
La situación es similar, estamos un paso o dos por detrás de nuestro entorno. El principal país de Industria 4.0 y donde nació es Alemania, por algo es. Ahí están bastante más avanzados que nosotros. Pero, en los últimos años, la industria española en general y algunos sectores en particular están dando pasos adelante, no les queda otro remedio. O das ese paso hacia delante en tecnología o te quedas fuera de lo que es la competitividad. Si el resto de países tiene más peso en la industria y están más avanzados digitalmente... tienes que recuperar el gap como sea.
¿Qué es lo que falta para que las empresas se animen a tomar esas decisiones de inversión?
El índice de producción industrial en España ha crecido un 1,6%, la exportación va como un tiro, se han batido récords... Por ahora, lo que están haciendo las empresas españolas es adaptar la fabricación y los procesos productivos para ser más competitivos y continuar exportando. Al final, apostar por la inversión tecnológica es el paso lógico de la industria española para ir avanzando en la dirección correcta.
¿Hay suficientes facilidades financieras?
Hace unos años, oía cómo mis clientes decían que no había crédito, ahora no lo oigo. De todas formas, dentro de Siemens damos facilidades, tenemos una unidad de negocio que se dedica a financiar estas operaciones.
¿De qué se encarga la unidad de Siemens Industry Software?
Nosotros pertenecemos a la división Digital Factory y dentro de esta división hay varias unidades de negocio; una de ellas es Siemens Industry Software. Mi área se dedica a la digitalización, nosotros hacemos el 90% del concepto de Siemens. Es decir, somos los encargados de proporcionar soluciones a la industria para ayudarlas en su proceso digital.
Cuéntenos más de su gama de productos, ¿cuántos tienen y cuáles destacarían? ¿Cuánta gente conforma su unidad?
Es imposible mencionarlos todos. Además, lo que ha hecho mi unidad a nivel mundial es ir comprando compañías para ir completando todo el portfolio de productos que tenemos ahora, desde el diseño hasta el servicio, tenemos todo el abanico. Empezamos con el diseño del producto como tal, bien sea un avión, una botella o un teléfono móvil. Después, con el diseño de la fabricación, es decir, cómo vamos a diseñar el proceso productivo simulándolo en el mundo virtual, cómo vamos a dar las órdenes a la fábrica para que empiecen a fabricar realmente el producto. Después, cuando ya está acabado analizamos y definimos los KPI -niveles de rendimiento- dentro de la fábrica. En último lugar, estudiamos cómo retroalimentar el proceso. En nuestra división ahora somos 74 en España.
¿Cómo explicaría en qué consiste el 'Product Lifecycle Management' (PLM)?
Te voy a poner un ejemplo. La digitalización es un concepto que está en la calle. Los clientes a veces te preguntan cómo les puedes ayudar a digitalizar sus empresas. Para alguien que quiere empezar, los primero es tener el PLM, es la base de datos para todo el proceso. Es el gestor del producto, desde el diseño hasta que sale por la puerta.
¿Y cómo es la adaptación a este proceso dentro de una empresa? ¿Ayudan a las compañías con la implantación?
Tenemos diferentes modelos. Es muy difícil hoy en día encontrar una empresa que sea cero digital, casi todos tienen una pequeña oficina técnica con gente especializada y formada en esto. En cualquier caso, nosotros tenemos la capacidad de apoyar a nuestros clientes que nos piden ayuda: ya sea desde formación o ayuda a la hora de integrar productos.
¿Ve a las compañías formadas en esta materia?
Hay de todo. Lo que sí que hay es cada vez más conciencia de tener un mínimo conocimiento digital, algo que va más allá de los empleados o del propio equipo directivo. Estamos hablando de un proceso que afecta a todos los departamentos, toda la empresa está involucrada, desde el consejero delegado hasta el operario. No obstante, ya existe algo de digitalización realmente en todas partes. Uno de los mejores ejemplos que tenemos en Siemens es el de la fábrica de Amberg (Alemania): está completamente digitalizada, no ves a nadie, ni papeles... La gracia es que fabricamos nuestros propios componentes y la calidad que tienen es del 99,9998%. Nosotros tenemos una visión de cómo tienen que ser las fábricas y eso es así no porque lo digamos nosotros, sino porque el mundo evoluciona. Estamos en la Cuarta Revolución Industrial y quien no consiga digitalizar su producto, va a tener más difícil competir en el mundo que nos rodea y en el del futuro. Es una cuestión de supervivencia.
¿Adaptan su gama de productos a cada sector?
Nuestro go to market mundial es el mismo en todos sitios, tenemos una serie de industrias verticales -aeroespacial, automoción, semiconductores y electrónica, sanidad, maquinaria, bienes de consumo...-. En esos verticales los productos son los mismos, en algunos hay específicos. Lo que no tocamos es turismo, servicios los tocamos poco y en nuestra penúltima adquisición compramos una compañía que gestiona el software (ALM) y ahora estamos en banca y seguros. Además, tenemos nuestro propio IoT, MindSphere, porque cada vez los clientes lo demandan más.
¿Cómo convencería a un director financiero que tiene miedo a lanzarse a la digitalización porque no tiene claro las eficiencias que puede obtener?
En primer lugar, tenemos que tener claro que no existe un caso similar en España y Portugal todavía como el de la fábrica de Amberg. No porque no estemos capacitados, sino porque no existe ese grado de madurez digital en la región. Todo requiere un cierto tiempo. El nivel de inversión no es muy alto, pero si yo fuera el director financiero de una compañía lo que miraría es cómo voy a fabricar mi producto mejor, de forma más eficiente y más flexible, con los estándares de calidad que todos deseamos de los productos, con una cierta seguridad...; y si no lo hago y mi competencia lo hace mejor, quién va a ganar cuota, quién va a permanecer, quién va a desaparecer. La pregunta no es cuánto te cuesta hacerlo, la pregunta es cuánto te cuesta no hacerlo, y no solo en España, sino en Alemania o Corea. Tenemos que tener claro que el mundo ha cambiado, los hábitos de consumo han cambiado y nos tenemos que adaptar. Se ha acabado fabricar en masa, ahora hay que flexibilizar.
¿Tienen previsto hacer más compras o han completado el portfolio de soluciones?
Creo que el gran salto ya lo hemos hecho; desde 2007 a 2017 hemos comprado compañías y soluciones por valor de 10.000 billones de dólares. Ahora somos capaces de llegar desde el primer ingeniero que tiene una idea hasta que sale por la puerta el producto, ya tenemos todo el abanico.
¿Qué opina del temor generalizado a los robots?
Cuando llegué a la posición de director general era 2008 y éramos 30, ahora somos 74. Nosotros nos hemos digitalizado y el resultado es que hemos creado más empleo y que tenemos especialistas que antes no teníamos. Al final el empleo se transforma, ahora estamos en la Cuarta Revolución Industrial, pero en las anteriores el empleo ha crecido, en esta pasará igual.