
La crisis de precios generada por la menor demanda mundial de carne de cerdo está amargando a los ganaderos españoles lo que en otras circunstancias sería un reto digno de enmarcar: tener la tercera cabaña de porcino más grande de todo el mundo. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro
Al finalizar 2015, nuestro país desbancó a Alemania como primer productor porcino europeo y tercero en el mundo, por detrás de China y Estados Unidos. España cerró el año con una cabaña de 28,4 millones de cerdos, un 6,8% más, mientras que su principal competidor bajó un 2,8% hasta los 27,5, según datos recogidos en el portal especializado 3tres3.com. En producción de carne, España se mantiene en el cuarto lugar, con cerca de 3,6 millones de toneladas.
Miguel Ángel Higuera, director de la Asociación Nacional de Productores de Ganado Porcino (Anprogapor), opina que "es una buena noticia para el conjunto del país en cuanto que confirma a España como una potencia mundial, pero el planteamiento que nos hacemos los ganaderos es que tenemos más animales pero perdiéndoles más dinero". En la actualidad, los precios no cubren los gastos de producción con un desfase negativo de entre 10 y 15 euros por animal.
Aumento de la cabaña
El aumento de la cabaña fue la respuesta que dio al sector a las exigencias de la industria en años en los que la demanda de carne aumentaba. Pero desde que se produce esa petición hasta que se hace efectiva hay un desfase de año y medio. "Ahora se está atendiendo la oferta del 2014 y lo que ha pasado es que en 2015 el precio mundial de la carne y el veto de Rusia han hecho que el sector cambie. Se aumentó la producción para atender una demanda que ahora ha desaparecido y estamos estrangulados por los precios", asegura Higuera.
El director de Anprogapor reconoce que lacrisis "nos ha pillado con el pie cambiado y la situación se está prolongando. Es un problema de precios y lo que no queremos es que se tenga que solucionar porque alguna granja cierre, sino porque el mercado lo absorbe. Esa es nuestra gran preocupación, que todos los ganaderos sigan con su negocio".
Sin embargo, también hay un aspecto positivo en el aumento del potencial productor, explica Higuera, "ya que nos permite tener un mejor posicionamiento en el exterior". "Con la absoluta trazabilidad que tenemos, que los países importadores vean que no tengamos que comprar cerdos ni carne, sino que todo en exclusividad se produce, se transforma y se elabora aquí, nos va a dar un valor añadido ante el cliente allá donde esté".
Sin entrar en el tema de precios, el director de la Interprofesional del Porcino de Capa Blanca (Interporc), Alberto Herranz, ve en el aumento de la cabaña española un "crecimiento sostenible que permitirá a nuestro país mejorar su posicionamiento y escalar posiciones" en los mercados exteriores, en los que España ha dado un paso de gigante en los últimos años y se sitúa en la sexta posición dentro del top ten mundial.
Gran poder exportador
La pujanza del sector porcino español está muy relacionada con su gran poder exportador. Las ventas en el exterior de carne de cerdo suponen el 71% de todo el sector cárnico y, después de frutas y hortalizas, es el segundo más internacionalizado, por delante de algunos con mayor tradición como el vino o el aceite. El pasado año, el valor de sus exportaciones superó los 4.000 millones de euros, un 8,41% más respecto a 2014 y un crecimiento del 22,4 si lo comparamos a 2013. El 48% de la carne que se produce en España sale al exterior.
Seguir impulsando nuestra presencia en los mercados internacionales es el gran reto sobre el que continúa trabajando el sector, según explica Alberto Herranz. Se ha recorrido un enorme camino, como demuestra el hecho de que desde 2007 a 2015 las exportaciones sobre las importaciones han crecido en más de un 800%.
Ahora, de la mano de Interporc, la estrategia ha cambiado. Hasta ahora, han sido las grandes empresas transformadoras, con auténticos buques insignia como Campofrío o El Pozo, las grandes impulsoras de esa internacionalización, pero ahora se trata "de que todo el sector vaya junto". Desde 2014, se han comenzado campañas de promoción en el exterior, que están permitiendo que en los mercados ya se identifique el producto origen España. "Desde el punto de vista internacional hay un camino muy importante para nuestros productos. Se trata de contar al resto de países que las exigencias que tenemos al estar dentro del modelo de la UE es muy importante y nos lleva a poner productos de alta calidad respetando el bienestar animal y que eso nos diferencia de otros bloques".
Ahora se van a reforzar estas acciones de promoción gracias a que Interporc ha sido la primera interprofesional en España que ha logrado captar fondos de la UE para la promoción en terceros países. Los principales países que se abordan son China, Japón, Corea del Sur, Filipinas, México, Singapur. "Intentamos dar una imagen de cultura, de tradición, de estilo de vida, de un producto muy trabajado que incorpora innovación, de que hoy las empresas de porcino, tanto de producción, como industria son punteras y ejemplos a nivel mundial", añade Herranz.