
Cuando se difunden datos sobre transformación digital, España no suele recabar las mejores estimaciones ni ocupa las primeras posiciones de los rankings, en la mayoría de los casos. Para combatir esta circunstancia, expertos e instituciones focalizadas en digitalización apuntan a la formación como palanca fundamental en el progreso digital. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Pymes, Autónomos y Emprendedores
Nadie duda de que adquirir conocimientos sobre competencias digitales es una forma de avanzar en esta línea, pero del mismo modo puede suponer también una opción para reciclarse profesionalmente, sea cual sea el perfil laboral que se desempeñe. Así, el director del Programa Ejecutivo en Transformación Digital de la escuela de negocios IEBS Business School y consejero delegado y cofundador de la agencia tthegap, Antonio Bernal, señala que "en el entorno de cambio y transformación digital en el que vivimos, es imprescindible aprender y actualizarse continuadamente para ser competitivos y no perder oportunidades profesionales".
En este sentido, el director general y cofundador de la agencia IOMarketing, Carlos Castro, admite que "resulta fundamental reciclarse continuamente, ya que la tecnología ha cambiado mucho las reglas del juego y lo ha hecho en muy poco tiempo. Ahora mismo, en un periodo de unos tres o cuatro años, estás totalmente fuera".
Digitalización de las empresas
Precisamente por ello, resulta fundamental que el proceso de transformación digital de las empresas ponga el punto de partida en los propios profesionales: "las primeras que se tienen que transformar son las personas. De este modo, el progreso tecnológico se puede ver de dos maneras: como una amenaza o como una oportunidad. El problema de verlo como una amenaza es que eso nos hace más lentos a la hora de adoptar los cambios inevitables que trae consigo la transformación digital. Así, sólo aquellas personas que lo vean como una oportunidad podrán ponerse al día lo más rápido posible", reconoce Franc Carreras, profesor de Marketing de la escuela de negocios Esade.
Por lo tanto, el primer paso es definir una hoja de ruta, examinando uno mismo sus propias fortalezas y debilidades. En palabras de Bernal, "considero clave como punto de partida empezar con un roadmap digital, es decir analizar tus puntos fuertes y tus objetivos a corto y medio plazo. A partir de aquí, cada profesional debe marcarse los pasos más idóneos en su formación, de una manera ordenada y continuada". Con esta idea coincide también Carreras, quien apunta que "en primer lugar, se deben entender los cambios que están teniendo lugar y conocer las tendencias. Así, cada persona podrá desarrollar el criterio necesario para saber qué información es valiosa y cuál no".
En el caso de que no se disponga de formación en ningún área digital en concreto, Bernal indica que lo más apropiado sería estudiar "un curso general de marketing digital o transformación digital para tener una visión global del entorno de transformación en el que vivimos".
Sin embargo, para aquellos profesionales con cierto recorrido en la adquisición de competencias digitales, "lo ideal es formarse con cursos concretos". En este sentido, el aprendizaje puede centrarse en temáticas como diseño de la experiencia del usuario, marketing digital o gestión y analítica de datos. Así, formarse en usabilidad y experiencia de usuario o analítica web permite "saber y entender cómo se debe construir o diseñar una página web o un ecommerce para convertir las visitas en registros y ventas, así como saber medir al visitante, ya que los datos en un entorno digital donde todo es medible son claves para tomar decisiones de mejora", aclara Bernal.
Big Data o growth hacking
Al hilo de lo anterior, adquirir conocimientos sobre herramientas como Big Data o growth hacking -ésta última dirigida a aumentar rápidamente el número de clientes o usuarios- también puede ser una vía para enriquecerse profesionalmente y asumir nuevas competencias.
Por su parte, en el ámbito del marketing, Bernal destaca formarse en temáticas como SEO -posicionamiento de una web en los buscadores-, SEM -campañas de anuncios de pago en los mencionados buscadores- o Community Manager -enfocado en la gestión de medios o plataformas sociales-.
Formación personalizada
No obstante, Carreras también hace una distinción entre perfiles técnicos y directivos. De este modo, "la formación depende mucho de la disciplina en la que se encuentre la persona en concreto. Por ejemplo, los profesionales de áreas técnicas tienen que estar al día no sólo en la tecnología con la que trabajan en el presente, sino también aquella que va a reemplazar a la que utilizan en el futuro", menciona el profesor de Esade, quien añade que "en el caso de los directivos, éstos necesitan adaptarse a las posibilidades que le aportan los medios digitales para ser más productivos, tomar decisiones más rápidamente, acceder de forma veloz a la información y, en definitiva, saber escoger a las personas adecuadas para sus equipos y a los recursos técnicos necesarios para conseguir sus objetivos".
En cuanto a las dificultades que estos procesos de aprendizaje pueden traer consigo, Castro revela que "en un primer momento, lo más complejo es saber por dónde empezar, es decir, saber escoger qué formación puede ser la más interesante para cada desarrollo profesional. Hay cursos de todos los niveles e, incluso, se puede empezar desde cero. El mercado ofrece ahora desde formaciones básicas, hasta otras más específicas, y todo ello a golpe de clic". Por su parte, Bernal incide en otras dificultades en este sentido: "pensar que la edad es una barrera para digitalizarse y, en consecuencia, sentir cierto vértigo, o el hecho de salir de tu zona de confort y plantearte estudiar materias y contenidos que si no eres un nativo digital te pueden parecer inicialmente difíciles de entender".
Por ello, aunque sumarse a la digitalización pueda conllevar ciertos inconvenientes, profesionales y empresas deben asumir que "el presente ya es digital", como señala Bernal. Además, este fenómeno no es exclusivo de un sólo departamento, sino que afecta a toda la organización, por tanto "si aprovechamos este conocimiento, vamos a conseguir mejorar nosotros mismos y también la empresa para la que trabajamos", concluye Bernal.