
Iñaki Berenguer es el creador del agregador de fotografías Pixable y del sistema de identificación telefónico Contactive, que le han permitido convertirse en un empresario de renombre en Estados Unidos. Tras vender sus empresas, se dedica a invertir en proyectos de otros que le ilusionan, y asegura que para poner dinero se fija más en la persona que en la idea.
Berenguer explica que sus dos empresas surgieron para solucionar problemas que él tenía y que luego sirvieron a otra mucha gente en el mundo que tenía la misma necesidad. Alicantino y residente en Nueva York, Berenguer es ingeniero de Telecomunicaciones, doctor por la Universidad de Cambridge y cuenta con un MBA del MIT.
En 2008, con la explosión de las redes sociales, creó Pixable, un agregador de fotografías en el que los usuarios pueden juntar en una misma plataforma todas las imágenes de sus redes sociales.
Posteriormente, en 2013, puso en marcha Contactive, que nació de la necesidad de conocer la identidad de la persona que llama a un teléfono sin tener su número en la agenda mediante el rastreo de información en internet.
Con estas dos empresas, surgidas de dos necesidades, conectó con los problemas de varios millones de personas en todo el mundo y luego, cuando se encontraban en el punto álgido de su crecimiento, las vendió.
Retorno de la inversión
Berenguer explica que es un proceso lógico, pues, "cuando tienes una empresa que no la financias tú personalmente, sino que tienes varios inversores, ellos en algún momento están esperando tener un retorno de esa inversión".
En su caso, dice que "los compradores llegaron en un buen momento, sin tener la necesidad de esperar quince o veinte años para rentabilizar la inversión de tiempo y esfuerzo que han hecho tanto empleados como fundadores".
Iñaki Berenguer explica que en el caso de las empresas tecnológicas, normalmente la ventana de oportunidad es muy limitada en el tiempo, entre siete y nueve años en el caso de las empresas pequeñas, pues las grandes evolucionan "comprando empresas más pequeñas que les ayudan a continuar innovando".
Berenguer explica que, cuando se crea una empresa tecnológica desde la nada, existen dos riesgos. Por un lado, "desconocer quiénes van a ser tus competidores" y por otro, dar por hecho que "estás resolviendo un problema cuando realmente no lo estás haciendo de una forma lo suficientemente sencilla como para que la gente empiece a utilizarlo".
"Invierto en la persona"
Tras la venta en febrero de 2015 de Contactive, Berenguer está dedicando las ganancias que ha obtenido en invertir en varios emprendedores. Así, en los últimos dos años ha invertido en unas 21 empresas.
?Estoy invirtiendo en muchas empresas que están saliendo desde cero, que no son ideas mías pero que son proyectos que me ilusionan. A veces invierto más en la persona que en la idea?, explica Berenguer, que dice que más de la mitad de sus inversiones las ha hecho en proyectos de emprendedores españoles.
Berenguer considera que en España a veces falta financiación para ideas buenas y afirma que en Estados Unidos hay más oportunidades, si bien advierte que ?es el mercado más hipercompetitivo del mundo, el que atrae a todo el talento y todas las ideas para competir?.
Además, apunta que los valores son diferentes entre ambos países y mientras en España "te cuentan que necesitas el enchufe, en EEUU es pura meritocracia, o por lo menos es lo que te explican".
Conocer casos de éxito
Iñaki Berenguer señala que también es importante que los jóvenes conozcan los casos de éxito de personas similares a ellos para perder el miedo a emprender un proyecto, pues "es muy importante tener los referentes de gente cercana a ti, que no sea muy diferente, porque así se quita el miedo".
Otra de las diferencias que este alicantino residente en Nueva York constata es que en España "a la gente no le gusta vanagloriarse del éxito", mientras que en Estados Unidos el de Facebook, el de Microsoft, el de Apple, cualquiera, a la mínima que tienen éxito están en la portada de Forbes, Times o Fortune Magazine. "En España tú no ves a los emprendedores en portada porque la gente les mira mal", añade Berenguer.