Juan Carlos Cortés es un publicista de Salamanca que ha inventado y patentado un facilitador urinario femenino, comercializado bajo la marca Pips woman. De carácter higiénico, el producto consiste en un cono de cartulina impermeable, plegable y desechable, que se adapta anatómicamente al cuerpo femenino para que la mujer pueda orinar de pie.
La idea nació en la agencia de publicidad Via Plata Estudio, fundada por el propio Cortés, en la que buscaban un merchandising "que llamara la atención" y diese sensación de seguridad, usando como ejemplo "a la mujer en un baño sucio", dentro de una campaña que estaban desarrollando para una aseguradora.
"El cliente quería algo que fuera diferente a lo que había en el mercado y se nos ocurrió viendo en Internet y en catálogos que no había nada que sirviera para facilitarle la función de hacer pipí a las mujeres en caso de necesidad", asegura el emprendedor.
Al no encontrar nada que diese respuesta a su idea, hicieron el trabajo de diseño, aunque "aquello no se llevó a la práctia, y conociendo ahora el proceso de fabricación del producto, hubiera sido inviable", advierte.
Tras unos cuatro años de aquello, Cortés "estaba haciendo limpieza en el ordenador" y se encontró con los bocetos, "en un momento que tenía tiempo para dedicarle" y decidió que retomaba "la idea no como agencia, sino de forma particular", en tanto que "al pasar los años la idea me pareció interesante".
La puesta en marcha
De un lado, y siempre con movimientos capitaneados por el emprendedor, la Cámara de Comercio de Salamanca "hizo la parte técnica de la presentación de la patente, todo el papeleo y la investigación de si había un producto similar".
De otro, con su mujer y un diseñador avanzó en "la imagen del producto".
Una de las dificultades que encontraron fue en "no solo buscar el cono para que las mujeres pudieran hacer pipí, sino en la forma de plegarlo para que ocupara menos". Y es que el cono, de naturaleza impermeable, "tiene una medida de unos 18 centímetros de largo".
"Ahora está plegado en tres partes", añade. Y no se olvida de traer a colación un último detalle: "el producto también se comercializa con una toallita, para así dar todo el servicio completo".
Invirtió su dinero
Juan Carlos Cortés ha invertido su dinero en patentar el producto, el nombre de la marca y en la primera tirada de fabricación de unas 50.000 unidades, que ya están a la venta por algunas zonas de España, a euro la unidad.
Para ser más exactos, Pips woman cuenta de momento con distribuidores en Valencia, Asturias, Castilla y León, Barcelona, Huelva, Cantabria, Canarias y Galicia. Y con establecimientos aislados repartidos por toda España que reciben los productos bajo pedido. "El último cliente que se ha incorporado a las ventas ha sido la cadena de Perfumerías de la Uz, en Asturias, que son más de veinte establecimientos", asegura.
Y el plan a corto plazo es encontrar distribuidoras por todo el territorio nacional y comercializar el producto "en cualquier punto de venta donde la mujer sea cliente habitual".
Fabricación nacional
Pips woman es de íntegra fabricación nacional, "el trabajo de imprenta lo realizamos en Alicante, y el manipulado -plegado del cono y ensobrado- lo hace una empresa de trabajo social de minusválidos que está en Madrid", afirma Cortés.
Bajo préstamo bancario, y viendo el movimiento que está teniendo Pips woman, el emprendedor está produciendo ahora unas 100.000 unidades más.
"De momento las personas que lo han probado están contentas", si bien es cierto que Cortés confiesa que se ha encontrado con ciertos detractores como "personas mayores que no lo ven oportuno".