
En el corazón de la región montañosa de Barbagia, en Cerdeña, se encuentra Ollolai, un pintoresco pueblo que ha tomado una medida bastante llamativa para combatir la despoblación: vender decenas de sus casas abandonadas por tan solo un euro.
Aunque no es el primer pueblo italiano en proponer esta idea, Ollolai ha demostrado ser el primero en ponerla en marcha, combinando belleza e historia para atraer a nuevos residentes.
La compra implica la rehabilitación de las viviendas
Sin embargo, como toda oferta tentadora, hay una condición. Las viviendas, construidas en piedra, están en mal estado y requieren una renovación.
Los compradores deben comprometerse a restaurarlas en un plazo de tres años, con un costo estimado de 25.000 euros. Esta iniciativa tiene como objetivo revitalizar una población que, en las últimas décadas, ha visto cómo su población se reducía drásticamente, pasando de 2.250 a 1.300 habitantes.
Su intención es además que esta propuesta sea interesante para nómadas digitales, trabajadores que quieran llevar una vida tranquila y tener una vivienda, quizá la principal en el pueblo.
Efisio Arbau, el alcalde de Ollolai, es un ferviente defensor de la rica historia y tradiciones del pueblo. "Tenemos orígenes prehistóricos", afirma. "Mi cruzada es rescatar nuestras únicas tradiciones del olvido. El orgullo en nuestro pasado es nuestra fortaleza. Siempre hemos sido un pueblo resistente y no permitiremos que nuestra localidad muera", explicaba a la BBC.
Objetivo: revertir la despoblación
Los problemas de Ollolai son similares a los de muchos pueblos españoles. Sus jóvenes se han trasladado a ciudades más grandes en busca de oportunidades. Las casas, abandonadas por las familias que las habitaban, han permanecido en ruinas durante años.
Para revitalizar Ollolai, Arbau se puso en contacto con antiguos propietarios de las casas, pidiéndoles que las cedieran a las autoridades locales.
Desde que se pusieron en venta en 2017, tres casas ya han sido vendidas, y hay más de 100 solicitudes de compra de todo el mundo. El alcalde espera que la renovación de las viviendas cree nuevos empleos y revitalice la economía local.
Para integrar a los recién llegados, Arbau está introduciendo cursos de elaboración de queso, pasta y cestas, así como lecciones de dialecto local.
Solo el tiempo dirá si la apuesta del pueblo ha dado sus frutos, pero la emoción en el pueblo es palpable. De hecho, se espera ya el lanzamiento de un reality show sobre familias holandesas que se mudan a Ollolai y restauran algunas de las casas en mayo.