Empleo

Estos son los consejos para tener éxito profesionalmente que dan varios premios Nobel

  • Un libro recoge las enseñanzas de 24 premiados con el Nobel sobre su visión del éxito personal y profesional

Conocer las recetas o supuestas claves del éxito de personas que aparentemente han tocado la cima con sus carreras profesionales es un bien muy preciado para muchos. Especialmente, porque dejan entrever también visiones sobre el éxito laboral que, a menudo, se salen de lo que esperábamos.

Stefano Sandrone es un neurocientífico italiano que en 2021 publicó Nobel Life, un libro que surge de las entrevistas que mantuvo con 24 de los últimos premios Nobel de distintas categorías.

En él, ahonda en el perfil personal de cada uno de ellos pero también en su dedicación profesional e investigadora para lograr el premio.

"Quería explorar la otra cara de la medalla: las historias de vida de los galardonados; las cosas que no sabíamos de ellos; los errores y frustraciones que experimentaron", comenta el autor en un artículo para la revista Nature.

De sus entrevistas, Sandrone extrae algunas claves comunes entre todo ellos sobre su visión del éxito empresarial. Estas son:

El éxito o las malas notas en la escuela no tienen que determinar una carrera

De estudiante en el colegio de Minneapolis (Minnesota), Peter Agre obtuvo bajas calificaciones en química, la asignatura que impartía su padre en la Universidad de Augsburgo de la ciudad. Tras dejar la escuela, asistió a clases nocturnas antes de estudiar química en la misma universidad. Ahora médico de la Universidad Johns Hopkins de Baltimore (Maryland), Agre tuvo su momento eureka -sobre la estructura y función de los canales de agua de las acuaporinas en la membrana celular- durante unas vacaciones con su familia en Disney World, en Bay Lake (Florida). Compartió el Premio Nobel de Química en 2003.

No querer dejar nunca de aprender

El neurocientífico Eric Kandel reveló los mecanismos neuronales de la memoria y compartió el Premio Nobel de Medicina en 2000. Pero en la década de 1940, antes de asistir a la facultad de medicina, estudió historia y literatura en la Universidad de Harvard, en Cambridge (Massachusetts), y se benefició enormemente de esa experiencia: "No me asusta escribir. Es una de las cosas que ocurren cuando te especializas en historia y literatura. Tienes una amplia formación. Me resultó muy útil".

Todos recomiendan tener siempre un plan B

Venki Ramakrishnan, expresidente de la Royal Society del Reino Unido que compartió el premio de química de 2009, cambió la física por la biología y retomó los estudios de posgrado tras completar su doctorado. Mientras estudiaba biología como estudiante de posgrado, también tenía un plan B y un plan C para una posible carrera, que incluía volver a formarse como profesor y convertirse en programador informático.

"Al cambiar y empezar de nuevo, mantenía mis opciones abiertas", asegura. Evaluar críticamente las competencias y considerar vías de carrera alternativas son, en efecto, ejercicios valiosos.

Hay éxitos que se dan por casualidad, pero que siempre llegan trabajando

Robert Solow, que ganó el premio Nobel de Economía en 1987, mientras estudiaba en el Instituto Tecnológico de Massachusetts, en Cambridge, comenzó su carrera académica estudiando sociología y antropología. Cuando regresó a Estados Unidos después de luchar en Italia durante la Segunda Guerra Mundial, comenzó un curso de economía en Harvard, animado por los comentarios positivos de su esposa, Barbara Solow, que ya estaba estudiando la carrera.

Ese fue el punto de partida de una influyente economista, en la que asesoró a varios presidentes de EE.UU. y fue mentor de ocho personas que a su vez llegarían a ser premios Nobel de economía.

La insistencia tras un primer fracaso puede dar resultados

La primera vez que Randy Schekman, biólogo celular de la Universidad de California en Berkeley, solicitó una beca para estudiar la genética de la levadura, fue rechazada. Pero eso no impidió a Schekman, que compartió el Premio Nobel de Fisiología o Medicina de 2013, realizar experimentos pioneros y revelar los mecanismos que subyacen a uno de los sistemas de transporte celular más importantes.

Del mismo modo, cuando el bioquímico Kary Mullis escribió un artículo en el que describía su invención de la reacción en cadena de la polimerasa, también fue rechazado inicialmente. Mullis acabó compartiendo el Premio Nobel de Química de 1993 por idear esta técnica, que ha sido decisiva para resolver innumerables crímenes y constituye el núcleo de las pruebas moleculares del COVID-19.

Elabora de forma cuidada tus cartas de presentación para un trabao

Martin Chalfie, codescubridor de la proteína verde fluorescente (GFP) -y que compartió el premio de química de 2008- subraya la importancia de elaborar un mensaje a medida cuando se solicitan puestos de posdoctorado, algo aplicable a cualquier trabajo. Chalfie, biólogo de la Universidad de Columbia en Nueva York, afirma que esas solicitudes deben mostrar un profundo conocimiento de los últimos trabajos publicados por el laboratorio en cuestión, y pueden incluir ideas para futuros experimentos.

Paciencia y resistencia

Durante la Segunda Guerra Mundial, la neurobióloga Rita Levi-Montalcini fue expulsada de la Universidad de Turín por las leyes antisemitas del fascismo italiano, pero construyó un pequeño laboratorio en su casa para seguir investigando.

Más tarde, codescubrió el factor de crecimiento nervioso (una proteína que regula el crecimiento de las células del sistema nervioso), lo que le permitió compartir el Premio Nobel de Fisiología o Medicina con Stanley Cohen en 1986.

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