Elecciones Generales

¿Y tras la victoria del PSOE? La hoja de ruta pasa por la formación de un nuevo Gobierno en junio... o nuevas elecciones en octubre

  • De alcanzarse pactos, España esperará a tener un Ejecutivo hasta después del 26M
Ana Pastor, presidenta del Congreso de los Diputados. Imagen: EFE

Concluidas las elecciones generales del 28-A, el reloj institucional se pone en marcha para investir a su nuevo presidente del Gobierno en la segunda semana de junio, dentro de las previsiones más optimistas. Porque de fallar las cuatro oportunidades de investidura que ofrece la ley, los españoles podrían estar abocados a volver otra vez más a las urnas a comienzos de otoño, en octubre. En definitiva, un déjà vu. Así puede transcurrir el calendario.

El proceso administrativo e institucional marca en el calendario una fecha, el 21 de mayo. Apenas cinco días antes de las elecciones locales, autonómicas y europeas. Pero antes, ese 21 de mayo, las Cortes Generales habrán de constituir sus mesas, habiendo elegido a sus presidentes y habiendo dejado cerradas el organigrama de las mismas.

Este precepto da pie a qué se intuyan por dónde van a ir los pactos, en el caso de que no hayan quedado muy claros los resultados electorales. Normalmente, los partidos que van a gobernar copan los puestos más relevantes dentro de la Mesa, empezando por la presidencia y alguna que otra vicepresidencia. Además, el reparto de las fuerzas aventuran el color del Gobierno.

Entre el 22 y el 24 de mayo, el presidente de la Cámara Baja se reunirá con el Rey e informará de la apertura de las Cortes, lo que posibilita que el monarca vaya llamando a los diferentes candidatos a la presidencia del Gobierno. Eso puede acontecer alrededor de la última semana de mayo, al tiempo que las cámaras dan cinco días para que se conformen los grupos políticos, eligiendo a sus portavoces para que arranque la Junta de Portavoces, que es el órgano encargado de organizar el pleno de investidura.

El siguiente paso, el crucial para que arranque la legislatura, tendrá lugar el 30 y 31 de mayo, o bien el 4 y 5 de junio. Nuestra ley dice que para que un candidato sea presidente del Gobierno tiene que conseguir la mayoría absoluta de la cámara, es decir, el apoyo de 176 diputados, de los 350 que tiene nuestro parlamento nacional.

De no conseguirlo en esta instancia, la votación se repite dos días más tarde, y de fallar también esta, se da un periodo de dos meses para que se presenten otros candidatos con posibilidad de ganar, incluso con una mayoría simple en la segunda votación. Fallidas todas estas oportunidades, las cámaras se disuelven en agosto, con dos meses de por medio para la convocatoria de otras elecciones, esta vez en octubre.

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