
A tan solo seis días de los comicios electorales en Galicia, las encuestas en intención de voto vuelven a otorgar al candidato del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, la mayoría absoluta en el Parlamento de Galicia y la presidencia de la Xunta, que acapara desde el 18 de abril de 2009, por otros cuatro años. El resto de sus rivales políticos se quedan sin opciones de coalición, aunque se estima que el porcentaje de indecisos y de voto secreto alcanza el 30%, lo que podría hacer variar mucho el panorama previsto para la jornada del 12 de julio.
El lobo solitario de la derecha gallega desde hace más de once años, no cede ni una silla al resto de partidos que, en principio, podrían ser afines ideológicamente, como son Ciudadanos y Vox, a pesar de que estos últimos le hayan colgado el cartel de nacionalista en múltiples ocasiones al candidato popular. Lo que los candidatos de la formación naranja y verde transmitieron durante el debate a siete, el único de la carrera por llegar a la Xunta, demostraron falta de experiencia en este tipo de encuentros.
Por su parte, la candidata a la Xunta por Ciudadanos, Beatriz Pino, ha tratado de dejar claro su centrismo durante toda la campaña sin posicionarse como derecha o izquierda. El candidato por Vox, Ricardo Morado, cuyo debate fue muy comentado por haber sido el único candidato de los siete asistentes al debate en hacer sus intervenciones íntegramente en castellano, enfocó su discurso tanto en clave nacional, reprochando al Partido Socialista su papel en la gestión de la pandemia, como en clave autonómica, desmarcándose de Feijóo en múltiples ocasiones y criticando el nacionalismo del actual regidor de la Xunta de Galicia.
Por otro lado, la izquierda gallega se presenta muy dividida, en cuatro partes tras la ruptura de En Marea, la coalición de izquierdas que integraba a Podemos, Izquierda Unida y Anova , el partido del histórico líder nacionalista Xosé Manuel Beiras. En el debate a siete, ya mostraron su disposición de negociar una coalición de gobierno progresista en Galicia para poder arrebatarle el poder a Feijóo al frente de la Xunta, todo esto claro, si se diese la opción de poder sumar una mayoría, algo que a día de hoy se encuentra lejos de ser una realidad.
Del mismo modo que pasa en el bloque de 'derechas', se espera que no todos los partidos de la izquierda gallega tengan representación en el Parlamento gallego, en este caso se espera que Marea Galeguista, escisión de En Marea, se quede sin representación en el Parlamento de Galicia. El partido de Pancho Casal no obtendría ni un solo escaño. Entre los otros tres partidos de la izquierda se repartirían 33 bancos, de los 38 necesarios para obtener la mayoría absoluta. Lo que dejaría con 42 escaños al PP de los 75 que conforman el total de la Cámara gallega según los sondeos de electomania.es.
En estos momentos, lo que más se disputa en Galicia es quién liderará la oposición, las últimas encuestas colocan por delante al candidato del PSOE y sobrino del político gallego Abel Caballero, Gonzalo Caballero, fuertemente criticado tras el debate electoral por su actitud apremiante a la gestión realizada por el Ejecutivo de Pedro Sánchez, a la vez que se mostró muy crítico con la gestión de Feijóo al frente de la Xunta en estos tiempos de pandemia.
A tan solo un escaño de diferencia se encuentra el Bloque Nacionalista Galego, liderado por Ana Pontón. La candidata nacionalista puede dar la sorpresa y arrebatarle a los socialistas el puesto como segunda fuerza política en Galicia. Pontón es una de las personalidades políticas más apreciadas por los gallegos más progresistas. El sentir general que discurre en la comunidad es que, si la candidata nacionalista se presentara bajo otras siglas alejadas del nacionalismo sería una seria candidata a luchar con Núñez Feijóo por el liderazgo de la Xunta de Galicia. Pero en a día de hoy esa es una realidad que parece muy lejana a pesar de su papel en el debate, centrando su discurso en Galicia, algo que pocos supieron hacer.
El último partido con representación según los últimos sondeos sería Galicia en Común, la coalición formada por Unidas Podemos, Izquierda Unida y Anova, que abandonaron la antigua En Marea, se presentan con Antón Gómez-Reino como cabeza de cartel. El candidato, a sabiendas de sus bajas posibilidades como primera fuerza en la izquierda pronuncia un discurso unificador que aboga por una coalición de izquierdas en Galicia en caso de que este bloque pudiera juntar una mayoría. Durante el debate se le vió tendiendo la mano varias veces tanto al BNG como al PSdeG.
"Un Gobierno que gobierne"
Ya en el debate y viendo la actitud de sus rivales políticos, Feijóo pronunció un discurso muy claro y de unificación ideologíca en Galicia ante la idea de un Ejecutivo de coalición de izquierdas formado por tres partidos para quitarle el puesto al frente de la Xunta.
"Yo propongo un Gobierno que gobierne, que gobierne desde el primer día, frente a esto hay un multipartito de diez partidos o, insisto, un Gobierno que gobierne", dijo Núñez Feijóo en su minuto final del debate electoral en el que apeló también a su experiencia al frente del gobierno regional y su labor por trabajar por Galicia.
"Hemos escuchado durante los últimos diez años Feijóo, Feijóo, Feijóo... y la verdad que lo de menos soy yo. No tengo ningún interés en derrotar a nadie, yo vengo aquí para intentar que gane Galicia", sentenció. Mientras el resto de partidos que forman ese bloque de izquierdas que tendría representación abogaba por un futuro sin el actual presidente de la Xunta de Galicia.