Elecciones Cataluña 2015

El castigo sufrido por China minimiza el impacto de una victoria de Junts pel Sí

El mercado no espera una reacción violenta tras la caída del 3,3% del Ibex 35 durante la semana. Los inversores exigen ahora 230 puntos básicos más al bono catalán a 5 años frente al español.

Los inversores han vendido acciones y bonos españoles en una semana repleta de frentes, en la que los mercados siguen calibrando el impacto de la ralentización de China y donde el escándalo de Volkswagen ha abierto una grave crisis en el sector automovilístico. En España, además, se unía la incertidumbre ante las elecciones en Cataluña que se celebran este domingo. El Ibex 35 ha perdido más que sus homólogos europeos, un 3,3 por ciento, y la prima de riesgo española ha subido 11 puntos básicos en la semana, pero los expertos consideran que ya estaría prácticamente todo descontando en los mercados, aunque no descartan que se mantenga la volatilidad.

"A pesar de la gran importancia política, vemos complicado que haya un sell-off [ventas] masivo derivado de los comicios", señala Rodrigo García, analista de XTB. "Si el resultado es pro-independentista, no descartamos ruido a corto plazo, con ampliación limitada de la prima de riesgo. A efectos prácticos, habría pocas consecuencias reales en el corto plazo", añaden desde la entidad.

Algunos analistas consideran que los efectos negativos globales están pesando mucho más que los comicios. "Pese a la relevancia mediática que tienen las elecciones catalanas de este fin de semana, lo cierto es que la incertidumbre que éstas generan apenas explican una pequeña fracción del peor comportamiento que han tenido los activos españoles cotizados en las últimas semanas", apunta Daniel Pingarrón, estratega de mercados de IG.

Es cierto que la prima de riesgo española ha subido 11 puntos básicos en la última semana, hasta los 139 enteros, y que la rentabilidad del bono español a 10 años repuntó del 1,944 al 2,036 por ciento, pero también lo es que el diferencial se abrió porque hubo compras de bonos alemanes, lo que redujo el rendimiento del bund al 0,649 por ciento. No hay que olvidar que, en momentos de verdadera tensión, en el mercado de deuda la prima de riesgo se llegó a disparar hasta los 638 puntos en el peor momento de la crisis de deuda periférica.

No obstante, los inversores ven ahora más incertidumbre en España que en Italia, y ello se aprecia en que están exigiendo 24 puntos básicos más de rentabilidad a los bonos españoles frente a los italianos. Al cierre de la semana anterior, este diferencial se quedaba en los 18 puntos. Donde se ha abierto una brecha clara es entre la deuda española y la catalana. La rentabilidad de los bonos a 5 años de Cataluña ha bajado esta semana al 3,28 por ciento, pero la diferencia con un bono español al mismo vencimiento es ya de 230 puntos básicos.

Desde UBS apuntan a que "parece que el mercado está más preocupado por el resultado de las elecciones generales que tendrán lugar hacia el final del año". Un informe de la entidad afirma que puede haber "una oportunidad para los inversores de comprar bonos españoles, si el resultado de la elecciones catalanas es buena para los mercados y si estos siguen preocupados después del domingo por las elecciones nacionales".

La bolsa más rezagada

En lo que va de año, el Ibex se ha comportado peor que los principales mercados europeos, dejándose un 7,4 por ciento. Y los analistas consideran que lo que ha movido al índice hasta estos niveles ha sido la desaceleración de la economía China y la complicada situación de los países latinoamericanos, donde muchas compañías españolas tienen una parte importante de su negocio. Así, son muchos los que esperan una reacción tibia de los mercados. Luis Lorenzo, de Dif Broker, cree que "el peor de los escenarios ya estaría prácticamente descontado". "El lunes, tras las elecciones, el movimiento de la bolsa española coincidirá probablemente con el signo del resto de índices europeos, independientemente del resultado electoral", prevé Pingarrón.

Los analistas coinciden al señalar que en el corto plazo una victoria de la facción independentista no tendría un reflejo significativo. "De momento, todo son palabras y promesas electorales, y el mercado es consciente de que muchas de ellas se diluirán en el tiempo", indica Jaime Díez, de XTB. "La secesión catalana es extremadamente complicada y para realizarse correctamente, incluso sin el beneplácito de España, requeriría de una serie de preparativos internos que se demorarían meses por lo que la respuesta de los mercados no será inmediata", completa.

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