
Especial 20D. Horas después de la agresión al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, durante su paseo por Pontevedra en el marco de la campaña electoral del 20D, siguen conociéndose nuevos detalles sobre el joven de 17 años que propinó el puñetazo al mandatario y que fue posteriormente detenido. | El abogado del menor pedirá a la Fiscalía medidas para preservar su "intimidad".
El Partido Popular ha explicado que la familia del menor tiene un parentesco "no directo" con la de su esposa, Elvira Fernández, aunque "nunca tuvieron relación".
Fuentes del PP han explicado que la abuela del menor detenido, ya fallecida, tenía un parentesco "no directo" con el padre de Elvira Fernández, también fallecido, y han hecho hincapié en que las familias no tenían ningún trato.
Las fuentes han aclarado así algunas informaciones que han señalado que el menor detenido era hijo de una prima de la esposa de Rajoy.
De familia acomodada
Según informa La Voz de Galicia, el menor pertenece a una familia de clase acomodada muy conocida en Pontevedra. Los progenitores del joven, además, tienen su residencia a escasa distancia del piso que el presidente del Gobierno tiene en la localidad. Horas más tarde ese medio publicaba que Elvira Rodríguez era prima de la madre del menor.
Como desgrana también el periódico gallego, el joven, cuyo nombre responde a las siglas A. V. F., estudia Bachillerato en un centro privado en el que ya ha dado muestras de un carácter conflictivo. Pertenece también al colectivo Mocidade Granate, vinculado al club de fútbol del Pontevedra. El colectivo se ha desmarcado de la agresión.
Tal y como han apuntado varios allegados a la familia, el joven habría padecido episodios de depresión y ansiedad que habrían desembocado en una inadaptación social que habría empeorado cuando, hace un mes, falleció su abuela. Estos allegados, de hecho, motivan la agresión a "un cruce de cables" más que a la ideología o a una razón política.
Fuentes cercanas al suceso también han relatado al rotativo gallego que, momentos después de la detención, el joven empezó a ser consciente de la repercusión de su acto y empezó a encontrarse desorientado y asustado, sobrepasado por los hechos.
Ahora, el joven agresor deberá esperar para conocer si cae sobre él un castigo que implique internamiento en un centro de menor o un régimen de libertad vigilada. A falta de poco más de tres meses para que cumpla los 18 años, es posible que no los pueda celebrar en su casa.