
La Reserva Federal fue más allá de lo esperado en el retraso de su normalización monetaria. La Fed no solo dejó inalterados los tipos, sino que lanzó el mensaje de que no habrá alzas en 2019.
El presidente Powell reafirma así la actitud conciliadora con la que inició este año, al asegurar a los mercados que no volvería a contribuir a desestabilizarlos y que sujetaría sus decisiones a la evolución de la economía. De hecho, la suspensión de las alzas de tipos coincide con el recorte que la Fed ha aplicado a sus perspectivas sobre el PIB.
Con estas garantías, Wall Street, y por extensión el resto de las principales bolsas, recibe un nuevo impulso para seguir al alza, que se suma al alejamiento de un Brexit duro y a la expectativa de una tregua comercial entre EEUU y China.