
La fuerte y lógica corrección que Wall Street experimenta tras nueve años de continuas subidas pasa factura a las bolsas europeas.
Así, el Ibex ahondó en su racha negativa y cedió un 1,7 por ciento. Esta caída hace que la bolsa española ya se anote pérdidas de doble dígito en el año. No obstante, y aunque fuera por la mínima, el selectivo logró salvar los 9.000 puntos.
Lo mismo ocurrió en otras plazas europeas, con el Dax alemán respetando su soporte clave. A pesar de esta capacidad de resistencia, el inversor debe ser cauteloso, ya que los descensos en EEUU coinciden con un periodo de debilidad del mercado europeo, situado muy cerca de sus niveles mínimos. Perderlos aboca irremediablemente a un difícil final de año para la renta variable en Europa.