
Las caídas volvieron a marcar ayer al mercado europeo. Hay varios factores que siembran incertidumbre (como las elecciones brasileñas), pero la causa clave está en los altos rendimientos de un activo tan seguro como el bono a 10 años estadounidense.
Un cupón superior al 3%, su nivel más alto desde el año 2011, constituye un acicate muy poderoso para abandonar la renta variable. Y la tendencia no tiene visos de que vaya a modificarse.
La rentabilidad aún crecerá más por la nueva alza tipos que la Fed prevé para diciembre y por movimientos más imprevistos, como las ventas de deuda que China está impulsando (en represalia por la guerra comercial). En este contexto, será inevitable que el bono de EEUU siga siendo una fuente de inestabilidad para la bolsa.