
El Instituto de Empresa (IE) originó gran polémica al anunciar que nombraba directora de uno de sus organismos, el Africa Center, a Begoña Gómez, la esposa del presidente Sánchez. El escándalo estaba justificado ya que el IE no solo esperó para hacer su fichaje a que Gómez llegara a La Moncloa. Además, inauguró en ese preciso momento el Africa Center, dando la impresión de que su dirección no es más que un puesto creado ad hoc para ella.
La acción del IE ya sería suficientemente grave si estuviera guiada por el oportunismo y desde ese momento habría suficientes argumentos para que el propio Pedro Sánchez se hubiera opuesto al nombramiento.
Ahora bien, en este caso concurren circunstancias todavía más importantes. En primer lugar, el IE es una institución educativa que recibe fondos de organismos públicos como Renfe o el ICEX. Además, el nombramiento de Gómez coincide con el ambicioso proyecto inmobiliario en el que el IE está inmerso desde 2014-15 y que incumbe a otro organismo estatal: la SEPI.
El Instituto desde entonces negocia para hacerse con la totalidad del complejo Campos Velázquez, compuesto por seis inmuebles. Su campus urbano ya ocupa tres edificios de esa instalación. Dos los consiguió durante la legislatura de Rodríguez Zapatero; desde entonces solo sumó uno.
Todo apunta a que el IE persigue ahora, con el nombramiento de Begoña Gómez, lo que no logró con el anterior Ejecutivo del PP: desbloquear la situación e implantar en su totalidad el campus con el que ganaría una gran ventaja competitiva con respecto a sus rivales nacionales e internacionales. Por ello, protagoniza la sospechosa maniobra de lanzar una nueva oferta a la SEPI a la par que ficha a Gómez.