
El Corte Inglés vivió ayer un día inusual. Por primera vez su consejo votó la destitución de un presidente. Pese a lo excepcional de la situación, nada hay irregular.
Una amplia mayoría apoyó la salida de Dimas Gimeno (ocho votos sobre diez, con la ausencia del propio Gimeno y la abstención del inversor catarí); además, hubo unanimidad en la elección de su sucesor: Jesús Nuño de la Rosa. Tras las choques entre el presidente saliente y la propiedad, diferencias sobre la gestión incluidas, las hermanas Álvarez decidieron buscar una solución que profesionalizara la dirección y la dejara en manos de personas como Nuño de la Rosa, integrantes del equipo que forjó Isidoro Álvarez. Precisamente, el gran error de Gimeno fue desaprovechar ese capital humano cuando tuvo el poder.