La creación de empleo y el descenso del paro continuaron en julio, aunque a un ritmo más leve de lo esperado. Así, los 26.887 desempleados menos respecto a junio implican la menor caída en el séptimo mes del año de los últimos ochos ejercicios. Por su parte, los 56.222 nuevos puestos de trabajo saben a poco en plena época veraniega.
Ahora bien, debe reconocerse la influencia de factores coyunturales como la sequía, que ha golpeado al empleo agrario, o lo tardío de la Semana Santa, que adelantó las contrataciones del sector turístico. En términos interanuales, la afiliación aún muestra un buen comportamiento, lo que permite pensar que lo ocurrido en julio tiene visos de ser un traspié que, si continúa el fuerte crecimiento, no restará vigor al mercado laboral.
