
Reducir la elevada deuda de British Airways (3.000 millones) era uno de los grandes retos a los que se enfrentó IAG desde su origen. La solvente caja de Iberia (1.400 millones en 2010), los vientos de cola que ha tenido el conglomerado (petróleo bajo) e indudables aciertos, como convertir Londres y Madrid en hubs que conectan Europa con América, permitirán alcanzar el anhelado equilibrio financiero en 2019, fecha en la que el mercado espera que IAG presente caja de más de 40 millones.
El nuevo escenario refuerza a la firma para afrontar operaciones corporativas y ampliar destinos. Pero para ello deberá preservar esta nueva fortaleza en un escenario menos favorable por el alza del crudo, el Brexit y a la perenne amenaza de atentados.