
La presidenta madrileña, Cristina Cifuentes, definió la línea maestra de su política fiscal: no habrá alzas de impuestos. Se desmarcó así, en el almuerzo organizado por elEconomista, de las voces interesadas en ligar la reforma de la financiación autonómica con la igualación fiscal entre territorios. La presidenta tiene el aval de una gestión eficiente para respaldar su decisión de mantener la baja fiscalidad que caracteriza a Madrid.
Ahora bien, pese a sus convicciones, Cifuentes puede verse forzada a asumir alzas del gasto público si la oposición las apoya en bloque. Ciudadanos, el partido que ayuda a sostener el actual Ejecutivo madrileño, debe evitar caer en la trampa de esas alianzas erróneas, capaces de acabar con el próspero ecosistema fiscal de que Madrid disfruta.