
La presidenta de la Comunidad de Madrid, la popular Cristina Cifuentes, reiteró este lunes su estrategia impositiva en medio del debate sobre la armonización fiscal -enarbolado, entre otros, por la presidenta de Andalucía, Susana Díaz- en el seno de la Conferencia de Presidentes, celebrada la pasada semana: "No subiré los impuestos mientras sea presidenta", recalcó.
Así se manifestó la dirigente del PP en la madrileña sede de Ecoprensa, durante un almuerzo institucional celebrado este lunes. Y fue más allá: "No vamos a subir la fiscalidad porque lo pida Susana Díaz", zanjó, para luego rechazar que se vincule el debate sobre el nuevo sistema de financiación autonómica a la armonización fiscal que pretenden eminentemente las autonomías socialistas.
Argumentó Cifuentes, al unísono con la consejera de Economía, Empleo y Hacienda de la Comunidad de Madrid, Engracia Hidalgo, también presente en el almuerzo institucional de elEconomista, que su Ejecutivo no quiere penalizar en modo alguno el crecimiento económico ni el empleo, y que esa pretensión de que Madrid suba impuestos, instigada por la dirigente andaluza, derivaría en que la comunidad madrileña sufrague desvíos de otras autonomías respecto a la senda de reducción del déficit que tienen marcada. "No admitimos la falta de equilibrio y que otras autonomías condicionen la política fiscal que nosotros queremos llevar", concluyó.
Cifuentes reiteró su compromiso con una política fiscal de impuestos bajos y puso en valor la exención en el gravamen de Patrimonio, el hecho de que Sucesiones esté bonificado al 99 en transmisiones de primer grado, y el mantenimiento de los tipos más bajos en IRPF.
Financiación autonómica
Además, la presidenta madrileña rechaza que se establezca un vínculo entre la reforma del sistema de financiación autonómica y la política fiscal autónoma de cada Gobierno regional. "Defiendo ejercer la solidaridad entre autonomías, pero no que las CCAA pierdan la capacidad de marcar la política fiscal que quieran llevar a cabo", indicó, argumentando que el debate sobre la financiación debe centrarse en la nivelación entre aportantes y receptores netos.
Tachó, además, de argumento falaz el que trata de vincular financiación autonómica y armonización. "Dicen [las regiones que piden armonización fiscal] que no pueden bajar los impuestos porque están infrafinanciadas, pero Madrid está financiada tres puntos en relación al PIB por debajo de la media, y eso supone que los madrileños reciben 215 euros menos que la media. Nuestra financiación es menor de lo que debiera", aseveró.
Al hilo de este debate, recordó también los defectos en la confección del actual sistema de financiación autonómica bajo el mandato del expresidente socialista José Luis Rodríguez Zapatero, creado para beneficiar a Cataluña en detrimento de Madrid en tiempos del Tripartito catalán.
La consejera de Economía, Engracia Hidalgo, reforzó los argumentos de Cifuentes durante el almuerzo institucional, al destacar que uno de los principales mecanismos de financiación es el Fondo de Garantía de los Servicios Públicos, al que sólo contribuyen cuatro autonomías -Cataluña, Cantabria, Baleares y Madrid-, siendo esta última la que ingresa casi el 80%: 3.000 millones de los 4.000 millones aportados.
Por otra parte, Cristina Cifuentes destacó la actual sintonía con el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, algo que permite salvar muchos obstáculos, y que se refleja en una saludable cooperación de ida y vuelta.
También rechazó la dirigente popular que Madrid haga dumping fiscal, como le acusan las comunidades socialistas, así como el argumento de la capitalidad, utilizado por las autonomías que piden armonización para resaltar las ventajas de Madrid, porque "la capitalidad también tiene inconvenientes". Y al respecto destacó también que Madrid realiza grandes esfuerzos para cumplir el déficit sin reducir las prestaciones sociales ni los servicios básicos.
Prioridades
De hecho, la líder popular manifestó como prioridad absoluta de su gestión la creación de empleo, el mantenimiento de los servicios públicos, el saneamiento de las cuentas y el descenso de la litigiosidad, además de marcarse el objetivo de negociar con el nuevo ministro de Fomento, Íñigo de la Serna, la construcción de una vía paralela a la colapsada A1, que ahora mismo carece de alternativa.
Turismo
Pasó a resaltar la presidenta autonómica que la fiscalidad favorable de Madrid es un puntal para mantener su fortaleza turística. Madrid recibe más de 11 millones de visitantes, que generan crecimiento, empleo e inversión, por lo que rechaza la creación de una tasa turística y aboga por el mantenimiento de una oferta competitiva y de calidad, ya que los turistas se dejan en Madrid más dinero que la media nacional.
Así mismo, resaltó que la ciudad de Madrid ya es la segunda capital europea en turismo de compras, sólo por detrás de Londres. Ensalzó, además, la presidenta autonómica, el papel crucial de Ifema en el crecimiento del turismo de Congresos.
"Hay muchas líneas de trabajo y queremos aumentar las partidas de dinero a promoción del turismo. Tiene que ser de la mano del Ayuntamiento y lo haremos a pesar de dificultades que encontramos al trabajar con ellos", dijo para luego desgranar que comunidad y Consistorio tienen posturas diferentes en materia urbanística, medioambiental, ideológica y en la concepción del empresariado, entre otras.
Ayuntamiento
También en clave turística destacó la presidenta algunas divergencias de criterio con el Ayuntamiento. Respecto de la Operación Chamartín, manifestó el deseo de que el proyecto prospere, y comprometió el apoyo del Gobierno autonómico si finalmente el Ministerio de Fomento llega a un acuerdo con el Consistorio dirigido por Manuela Carmena y Ahora Madrid.
Brexit
La presidenta madrileña destacó la promoción de Madrid como futura sede para empresas que abandonen Londres tras el Brexit. "Nos marcamos objetivos realistas", dijo, pero "estamos posicionándonos de forma inicial frente una virtualidad a la espera de lo que suceda".
Apeló a la cautela, al dejar claro que primero hay que aguardar, pero manifestó el convencimiento de que Madrid podría acoger algunos fondos de inversión y quizás alguna entidad bancaria que quiera mantener su sede dentro de la Unión Europea cuando se active el botón de salida de Reino Unido. De hecho, ya hay compañías manteniendo contactos con su Ejecutivo, según reveló en el almuerzo institucional en la sede de elEconomista. Y celebró haber tenido ya contactos con la Cámara de Comercio, los sindicatos y la patronal; así como la creación de tres grupos de expertos para tratar el ámbito financiero, multinacional y el de las startup y empresas tecnológicas.
Destacó de nuevo en este punto la presidenta el atractivo de Madrid, derivado de su fiscalidad favorable, y también de unos costes laborales inferiores a los de otras plazas europeas, que se traducen en una mayor competitividad.
Política nacional
En clave nacional, se mostró confiada en que no habrá una legislatura corta, y celebró que el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, se mantuviera al frente pese a las presiones que soportó el partido en los peores momentos de desgobierno. "Cuando hubo momentos complicados, hubiera sido una catástrofe que Rajoy se hubiera tenido que marchar", zanjó.
Respecto a las votaciones en el Congreso del partido, abogó ayer por un sistema de elección de doble vuelta, según el cual primero votan los afiliados y, si nadie supera el 50%, después votan los compromisarios, lo cual descarta el sistema de un militante un voto propio de unas primarias. La doble vuelta es, a su juicio, "el sistema más garantista". Cifuentes destacó además su intensa dedicación a la gestora del PP madrileño, donde se implica para cuidar y escuchar a los afiliados y militantes.
Ciudadanos
La dirigente popular destacó respecto de la acción de Gobierno cómo la oposición puede presentar proposiciones que prosperen con el apoyo de Ciudadanos, la formación que respaldó su investidura, que no tiene una posición monolítica de respaldo unívoco a lo propuesto por el Partido Popular.
Trump
También se refirió Cifuentes a la reciente asunción del cargo de presidente de Estados Unidos por parte del controvertido magnate Donald Trump. Pese a manifestar que no comparte lo que dice, ni como lo dice, ni las propuestas que plantea, la presidenta exhibió una vez más prudencia, al destacar que es preciso esperar a ver cómo gobierna finalmente, y confió en que configure un buen equipo que sea capaz de solucionar problemas en vez de crear otros nuevos.