
El Ibex 35 cerró ayer con un descenso del 0,24%. Se trata de una leve caída, semejante a la que mostraron otros parqués europeos, cuyo alcance no debe exagerarse. Pequeñas correcciones como éstas son esperables mientras al selectivo se le escabulla el objetivo de romper la resistencia de los 9.500 puntos. Además, el soporte de las 9.400 unidades está a salvo, lo que debe interpretarse como un signo de que, a corto plazo, sigue existiendo afán comprador.
Por tanto, la tendencia dominante en el mercado aún se muestra alcista. En consecuencia, sin perder las cautelas, puede considerarse razonable la expectativa de los analistas de un alza del 25% en el Ibex 35 que permita, ya no sólo borrar las pérdidas de 2016, sino volver a los máximos de 2015.