Los fondos de deuda pública denominada en euros muestran cómo los inversores rehuyen este activo. El año 2016 destaca como aquél que presenta más reembolsos en toda la década. La tendencia se ha agudizado por el efecto Trump, basado en la expectativa de que suba la inflación por las políticas del nuevo presidente. No obstante, es también cierto que los inversores llevaban tiempo recelando de una posible burbuja de renta fija, ante el fuerte derrumbe de sus cupones.
Por tanto, existían desde hace tiempo señales de que el bono acabaría entrando en un nuevo ciclo, el cual no necesariamente será negativo. De hecho, invita a reducir las exposiciones excesivas a este activo y viene acompañado de un repunte del IPC largamente esperado y todavía moderado.